ROSA AQUINO ROJAS / @rosaluz_ar
Una de las novedades de la rehabilitada avenida Larco, en Miraflores, ha sido la incorporación de una ciclovía a lo largo de sus 13 cuadras. Sin embargo, circular por ese carril exclusivo no es del todo seguro por ahora, ya que hay ocho intersecciones que no cuentan con semáforos ni tienen señalizada la continuación de la vía para bicicletas.
La vía está abierta al tránsito desde el 15 de diciembre. No obstante, los trabajos de señalización y semaforización recién concluirán a fines de este mes. Por esa razón, vecinos que usan bicicleta como Andrés Bellido, de 14 años, pedalean con temor cuando llegan a un cruce, sobre todo el de la Av. 28 de Julio.
“Es complicado porque debo pasar de circular por la derecha a circular por la berma central. Es muy confuso”, cuenta el menor a un lado de la vía. El semáforo está en verde, pero el ciclista no puede cruzar porque se interponen los autos que vienen de la vía transversal.
“El problema es que el semáforo peatonal todavía no está funcionando”, advierte un inspector de tránsito de la comuna distrital. ¿Pero por qué el trazo de la ciclovía no va al mismo lado en las 13 cuadras de Larco?.
UN TRAZO CONFUSO
El gerente de Obras y Servicios Públicos de la Municipalidad de Miraflores, Alejandro Moreno, asegura que se debe a la configuración especial de la vía. Las últimas cinco cuadras de la arteria, entre 28 de Julio y el centro comercial Larcomar, son de doble sentido, mientras que las ocho primeras funcionan de sur a norte.
“Si el trazo hubiese continuado pegado a la derecha, con dirección a Larcomar, los ciclistas podrían sufrir accidentes ya que los taxis y vehículos de transporte público, que vienen por 28 de Julio, estacionan al lado derecho de la vía”, explica Moreno.
Por ser una vía metropolitana y por las características ya descritas, el diseño de la ciclovía cuenta con el visto bueno de la Gerencia de Transporte Urbano de la Municipalidad de Lima (GTU).
ESPACIOS INVADIDOS
Pero la principal preocupación de los ciclistas es la falta de separadores viales que diferencien la zona de bicicletas de la de automóviles. Solo en dos cuadras, cercanas al Óvalo de Miraflores, se han implementado sardineles de seguridad. En el resto, los transportistas y los comerciantes con sus quioscos transitan por la ciclovía.
El riesgo por las obras inconclusas también ha sido advertido por la GTU. Fiorella Merchor, jefa del Proyecto especial de transporte no motorizado de la GTU, informó que se ha recomendado a la comuna distrital que la ciclovía esté inoperativa hasta que concluyan los trabajos.
Para Moreno,esta etapa de ensayo permitirá corregir los errores que solo se detectan con la puesta en marcha. Agregó que para fines de este mes los problemas de señalización estarán corregidos. “La ciclovía conectará la Av. Arequipa con Larcomar. Ya estamos empezando con la campaña de sensibilización, a través de mimos, para que los conductores aprendan a respetar el espacio del ciclista”, señala.