El caudal del río Chillón ha crecido considerablemente producto de la lluvia que cayó durante la noche del domingo. Ello provocó que al menos 30 viviendas ubicadas en las riberas, en los distritos de Comas y Puente Piedra, quedaran seriamente afectadas a consecuencia de la fuerza del agua, que se llevó las estructuras.
El caudal del río ha socavado el suelo sobre el cual se levantaban las viviendas, generando que parte de esta área se pierda con el afluente. Las casas de distintos materiales cedieron debido a que sus cimientos se vieron resentidos.
Según se ve en imágenes captadas por el lente de El Comercio decenas de personas se quedaron sin viviendas y sin muebles, pues el agua llegó con tanta fuerza que no pudieron poner a buen recaudo su pertenencias.
No obstante, no se registraron personas heridas ni fallecidas, pero sí numerosos daños materiales. Las personas salvaron lo que pudieron colocando sus objetos de valor a un lado de la ribera. Autoridades locales llegaron al lugar para ayudar a los damnificados.
El río Chillón registró a las 2 de la madrugada de hoy un caudal de 25.4 m³/s en la estación hidrológica Obrajillo (al norte de Lima) y se ubica en el umbral hidrológico Naranja.
“El Instituto Nacional de Defensa Civil recomienda a la población alejarse de la ribera del río hasta que el nivel descienda a su normalidad”, aconseja el COEN-Indeci mediante sus redes sociales.
Especialistas en hidrología del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) utilizan los umbrales de alerta amarillo, naranja y rojo para establecer el nivel de riesgo que tiene el incremento del caudal de un río. El naranja significa peligro y el rojo, posible desborde de ríos.
Asimismo, a las 10 de la noche de ayer domingo, el río Rímac reportó un caudal de 98.72 m³/s en la estación hidrológica Chosica (Lima) y, al igual que el Chillón, se ubicó en el umbral hidrológico Naranja.
Precarias viviendas ubicadas en el límite de Comas con Puente Piedra, al norte de Lima, colapsaron esta mañana a raíz de la crecida del río Chillón, que amenaza con desbordarse en algunos puntos de su cauce.
Al menos 30 viviendas de calamina y madera levantadas en la ribera, en el sector de Comas, han cedido debido a la fuerza del agua, que con el paso de las horas erosiona la orilla.