La mascarilla que aún debe usar y que esconde la mayor parte de su rostro deja ver con claridad, en sus ojos, el mismo brillo que aparece en los de un niño al que le acaban de regalar el juguete más deseado. El brillo de la ansiedad por empezar a jugar. En su caso, por comenzar, otra vez, a vivir.
Carlos Álvarez Espinoza bien puede poner en sus redes sociales que su nueva fecha de cumpleaños es el 9 de enero: los exitosos trasplantes de corazón y riñón a los que fue sometido en un solo día, hace dos semanas, en el Instituto Nacional Cardiovascular (Incor), de Essalud, le permiten hacer planes a largo plazo.
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El paciente Carlos Álvarez Espinosa está en franco proceso de recuperación tras el exitoso doble trasplante al que fue sometido. (Foto: Luis Silva Nole / El Comercio)
Por lo pronto, a sus 33 años, anuncia que el 3 de setiembre se casa. Que apenas sienta todas sus fuerzas retomará sus trabajos de diseñador de interiores y asistente administrativo. Que de todas maneras terminará sus carreras: la técnica de Arquitectura de Interiores y la universitaria de Ciencias de la Comunicación, que dejó truncas por culpa de su muy delicado estado de salud.
Su drama empezó en el 2006, cuando la hipertensión arterial lo llevó a padecer insuficiencia renal y ser preso de la diálisis. Como si eso fuera poco, un año después del diagnóstico renal, le detectaron cardiopatía dilatada: su corazón crecía más de lo normal. Todo ese cuadro deterioró su calidad de vida por una década y la puso en riesgo.
La operación duró 10 horas. Los órganos fueron donados por la familia de un menor de 14 años, quien falleció en un accidente de tránsito en Trujillo.
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Los mejores especialistas del Incor y del hospital Rebagliati participaron en la prolongada intervención quirúrgica. (Foto: Essalud / El Comercio)
“ME HAN DEVUELTO LA VIDA”
“Nunca perdí la esperanza de encontrar un donante. Y finalmente lo encontré. Agradezco mucho a su familia el acto de amor de donar sus órganos. Me han devuelto la vida”, señala emocionado Carlos, quien pide a la sociedad cambiar el 'chip' para que se desarrolle una cultura de donación en el país.
El caso de Carlos es el primero de doble trasplante de corazón y riñón registrado en el Perú. La proeza de Essalud fue un trabajo conjunto de los profesionales del Incor, donde Carlos se recupera, y del hospital Rebagliati. Si todo sigue yendo bien, él irá a casa este sábado.
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La presidenta ejecutiva de Essalud, Virginia Baffigo, visitó a Carlos Álvarez Espinoza en el Incor. (Foto: Luis Silva Nole / El Comercio)
“Nuestros médicos han demostrado una vez más que están preparados para afrontar casos de alta complejidad. Y se han afinado los procedimientos de procura, transporte y trasplante de órganos”, dice Virginia Baffigo, presidenta de Essalud, entidad que en el 2015 realizó en 10 de sus hospitales del país 460 trasplantes de órganos, 164 más que en el 2014.
“Hemos mejorado las estadísticas, pero aún no es suficiente para la necesidad que hay. No cesarán los esfuerzos para lograr salvar más vidas a través de los trasplantes. El equipo médico de Essalud está altamente calificado”, agrega Baffigo.
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Carlos Álvarez Espinoza junto al grupo de médicos que le realizaron el doble trasplante y Virginia Baffigo, presidenta de Essalud. (Foto: Luis Silva Nole / El Comercio)