Una monja ecuatoriana y otra colombiana, de la congregación religiosa “Las Hermanitas de la Anunciación” de Colombia, revelaron en el programa Cuarto Poder los detalles del proceso judicial que atraviesan por un terreno en Jicamarca.
Ambas llegaron hace un año al anexo 22 de Jicamarca, una zona sin luz, agua ni colegios. Rosa Urgiles, monja ecuatoriana, asegura que una comunidad campesina les donó, mediante una constancia de adjudicación, un terreno de 12.300 metros cuadrados para construir su primera escuela.
En este local, que está en construcción, atienden a unos 10 niños de Jicamarca, mientras los padres de estos trabajan. Las monjas aseguran no recibir fondos de nadie y solo cobran S/.1,40 a las familias.
Sin embargo, la tranquilidad de esta rutina se ha interrumpido para las religiosas desde que un grupo pobladores apareció asegurando ser dueño del terreno. Germán Chahua Torres, Adoración Reyes, Martín Shulluchuco y Alejandro Salazar afirman que los campesinos que donaron el terreno a las monjas no tenían autorización para hacerlo y acusaron a estas de usurpadoras.
Ante la complicada situación, la hermana Rosa Urgiles dijo en un informe del citado programa que solo la sacarán muerta del terreno.