La Policía de Tránsito, como en todas las temporadas de verano, ha reforzado sus operaciones en las playas de Lima. Esto ha permitido intervenir a 643 personas al volante que dieron positivo en los exámenes de alcoholemia realizados en lo que va del año.
Desde el 1 de enero hasta el 12 de febrero, la policía ha realizado 172 operaciones en las playas de Lima y ha intervenido a 12.271 personas para ser sometidas a exámenes rápidos y detectar la presencia de alcohol en la sangre.
Solo durante el último fin de semana (7 y 8 de febrero), los agentes de la División de Tránsito (Divtran) intervinieron a 469 personas y detectaron a 77 conductores que habían ingerido bebidas alcohólicas. Las zonas con mayor incidencia fueron Asia, San Bartolo, Punta Hermosa y Lurín. En Miraflores y Barranco detectaron 7 y 6 casos, respectivamente.
En caso de tener un resultado positivo durante una operación de alcoholemia, el conductor intervenido es sometido a un análisis para detectar la cantidad exacta de gramos de alcohol por litro de sangre.
“Si se registra un índice de más de 0,5, la policía procede a denunciar al conductor ante la fiscalía correspondiente por el delito de peligro común”, detalló el coronel Jorge San Martín, de la Policía de Tránsito. Por este crimen se puede llegar a penas no mayores de dos años de cárcel.
Sin embargo, a nivel administrativo, la sanción es mucho más dura. Al chofer se le retiene la licencia de conducir y se le suspende el derecho a tramitar un nuevo permiso por un período de tres años. La multa es de 50% de una UIT (S/.1.925) y el vehículo queda internado en un almacén.
En caso de choferes de transporte público o de carga, el límite es de 0,25 gramos de alcohol por litro de sangre y la pena de cárcel puede elevarse hasta los tres años.