MARTÍN ACOSTA GONZÁLEZ / @martiacosta
El arreglo de pistas y veredas es un tema que se convierte en prioridad para los alcaldes solo en año de elecciones. Aquellos que aspiran a la reelección se esfuerzan en acaparar obras, pero la mayoría de estos trabajos son solo un maquillaje para las vías.
Para el experto en temas municipales, Martín D’Azevedo, el mantenimiento de vías no es un tema que esté en la agenda de los alcaldes. “Muchos municipios no tienen o no quieren tener clara la autonomía que les corresponde en cada vía distrital y metropolitana. Esa es una excusa. La otra son los límites: no buscan mejorar una avenida que separa las jurisdicciones. Esas zonas, en la mayoría de casos, lucen descuidadas”, opinó.El oportunismo y la improvisación se pueden comprobar en esta época. Se hacen anuncios o se inician obras, como lo hizo La Victoria en el jirón Mendoza Merino, y luego dejan los trabajos inconclusos. A ello se suma la pésima inversión que se hace. Algunos municipios solo atienden los daños superficiales y no los problemas estructurales. Según dijo el experto en ingeniería de pavimento, Néstor Huamán, reparar una vía de un kilómetro de largo por siete metros de ancho cuesta en promedio US$500 mil, pero acá se invierte solo US$50 mil. “Por eso se malogran rápido. La inversión debe hacerse a futuro, para que esa vía no vuelva a generar problemas, no para tener que repararla a los pocos meses”, agregó.“Ningún municipio hace una buena rehabilitación. Lo correcto es colocar una capa asfáltica de cuatro centímetros de profundidad y no de un centímetro, como usualmente se hace. La obra está mal desde el proyecto hasta la utilización de la vía”, reveló.El trabajo de mantenimiento debe ser constante y no esperar a que la avenida muestre forados para ponerse a trabajar. Eso implica una adecuada señalización por parte de las autoridades encargadas de la vía.