Días después del inicio del estado de emergencia por el COVID-19, el 16 de marzo, el presidente Martín Vizcarra dijo que la pandemia “no es un carrera de 100 metros, es una maratón que ganaremos si somos disciplinados”. Seis meses después, lo que viene aún es incierto. Al respecto conversamos con Alfredo Celis, vocero del Colegio Médico del Perú (CMP).
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—Si usamos la misma metáfora del presidente, ¿en qué momento estamos?
Bajo esa metáfora, si la pandemia fuese una maratón, hoy estamos a medio camino. Todavía tenemos muchos pacientes infectados, y se mueren más de 100 pacientes al día. Si bien se muestran cifras en descenso, aún falta mucho para decir que se ha vencido al virus.
—¿Qué debe pasar para llegar al final de la meta?
Cuando no se reporten más infectados. Y eso probablemente ocurrirá cuando llegue la vacuna.
—Los promedios diarios de víctimas y contagios están a la baja desde mediados de agosto. ¿Esto no resulta esperanzador?
Hay una luz al final. Es importante este halo de esperanza que se vislumbra, pero también hay que tener mucho cuidado, no hay que pecar de un exceso de triunfalismo. Recordemos que en junio se dijo que habíamos llegado a una meseta de la curva, entonces se liberaron los fines de semana y luego tuvimos cifras de hasta 10.000 contagios por día.
—¿Cuál es su balance sobre la actuación del Ejecutivo en los últimos seis meses? Al inicio se aplaudió la cuarentena rápida en todo el país, pero a la fecha tenemos más de 30 mil muertos.
La cuarentena fue una medida temprana, saludada y acatada por la gran mayoría de la población. El objetivo era que en dos semanas se pueda limitar la progresión de los pocos infectados que había en ese momento. ¿Por qué no funcionó como se esperaba? Se pensó en un solo Perú, cuando hay varios Perú. Este es un país con muchas desigualdades.
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—¿Se le atribuyó toda la responsabilidad a la población?
Sucede que la gente le tenía miedo al COVID-19, pero más miedo tenía de morirse de hambre. La cuarentena se levantó de facto antes de que el Gobierno lo oficializara el 1 de julio. Ese fue el desbarajuste. Se le dijo a la población “Quédate en casa”, pero en casa no había qué comer.
—De aquí en adelante, ¿qué corresponde hacer?
El CMP planteó que se hagan cuarentenas focalizadas y cercos epidemiológicos. Delimitar las áreas de mayor transmisibilidad, que nadie entre ni salga. Usar pruebas moleculares para el diagnóstico, no pruebas rápidas.
—España, Italia, Alemania y otros países que superaron el primer impacto de la pandemia hoy padecen una segunda ola. ¿Esta puede llegar al Perú?
Aquí no podemos hablar aún de rebrotes, que siempre son posibles, porque el impacto de la pandemia nunca bajó a niveles importantes. Para decir que hay un segundo rebrote, las cifras debieron disminuir a diez casos por día y luego volver a incrementarse. En el Perú, hay una continuidad del primer impacto.
—¿Solo queda esperar a la vacuna y mantener las medidas de prevención en los próximos seis meses?
Todavía hay varias preguntas por contestar sobre las vacunas, por ejemplo, si brindarán inmunidad perenne o por un tiempo, o si llegarán a todos los rincones del Perú. Por ahora, la nueva normalidad a futuro es muy difícil de graficar.