Solo hay dos formas de llegar a Contamana: un viaje de media hora en avioneta desde Pucallpa o navegando 18 horas a través del Ucayali. En este distrito de Loreto, con un solo centro de salud para casi 30 mil habitantes, nació en el 2015 la hija de Liner Agustín Rojas. Como el 58% de menores de 36 meses de la región en ese año [cifras de INEI], la niña nunca completó sus vacunas. Cinco años después, murió en Lima a causa de la difteria, enfermedad que no tenía contagios desde hacía 20 años.
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Hoy se cumple un mes desde que se confirmó el contagio de la menor y, aunque el Ministerio de Salud (Minsa) dio de alta el brote, este caso puso en evidencia las brechas de inmunización que aumentaron significativamente por la pandemia de COVID-19.
Según estadística del Minsa hasta el 19 de noviembre, la cobertura de la vacuna pentavalente – que incluye la protección contra la difteria y requiere tres dosis entre los 2 y 6 meses de nacido – llega aún al 51, 6% de menores pese a los esfuerzos por ampliar la inmunización afectada por los primeros meses de estado de emergencia. Mientras que en los refuerzos del DTP (Difteria-Pertusis-Tétanos), que se colocan entre los 18 meses y 4 años, la cobertura apenas llega al 41%. El año pasado, la pentavalente cerró con el 88,1% a nivel nacional y el refuerzo de la DPT con 59,9%, cifra por debajo del estimado por los estimado por la OMS (se recomiendan coberturas por encima del 85%) en un contexto sin coronavirus.
Brote controlado
El viceministro de Salud Pública, Luis Suárez Ognio, informó ayer que se ha dado el alta al brote de difteria presentado el distrito de La Victoria. Además de la niña fallecida, sus padres y hermana fueron los únicos cuatro casos positivos en el país. En conferencia de prensa, el funcionario precisó que el caso de la mujer de 69 años fallecida en el hospital Cayetano Heredia, a quien se anunció como la segunda muerte por difteria, fue descartado porque la bacteria detectada en su organismo “no era productora de toxina”.
En total, se registraron 61 casos sospechosos que dieron negativo a la prueba de PCR. “Solo quedan pendientes [de evaluación] dos que se están procesando en el laboratorio que recién llegaron en los últimos días y son de una zona de la Amazonía. El seguimiento que tenemos nos permite dar de alta el brote”, dijo Suárez Ognio. Sin embargo, agregó que la alerta epidemiológica, emitida el 3 de noviembre, seguirá vigente en tanto sigan registrándose casos en la región.
Días atrás la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, señaló que luego de dos semanas de silencio epidemiológico (ausencia de casos) la alerta se mantendría en nivel base porque aún persiste el riesgo debido a la presencia de la bacteria en países vecinos. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha detectado casos de difteria en Brasil, Haiti, República Dominicana, Colombia y Venezuela.
De hecho, la hipótesis del Minsa es que la bacteria ingresó al país a través de un paciente son síntomas. “En la difteria también existen los portadores asintomáticos que tienen la bacteria, pero no tienen síntomas. Es probablemente la forma en que llegó a esta familia en La victoria”, dijo. Suárez Ognio.
La tarea pendiente
Pese al alta del brote, el infectólogo Augusto Tarazona, presidente de Salud Pública del Colegio Médico del Perú, sostiene que riesgo de nuevos casos de difteria sigue vigente porque aún no se recupera la cobertura de vacunación afectada por la pandemia. En diálogo con El Comercio, el especialista señaló que, aunque este año ha sido atípico por el COVID-19, desde antes se ha ido presentando una disminución de la vacunación sistemática. “En años pasados se ha visto que no se logra la cobertura adecuada mensual y a fin de año se hacen barridos para recuperar. Estas campañas ayudan, pero no garantizan que todos los niños estén vacunados”, dijo.
La infectóloga Theresa Ochoa, directora del Instituto de Medicina Tropical “Alexander von Humboldt” de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, agrega que también se requiere mejorar la educación sanitaria de la población y la inversión en el Programa Nacional De Vacunación para mejorar la cobertura nacional. La médica considera que la respuesta del Minsa frente al brote de difteria fue la adecuada porque se pudo vacunar en poco tiempo mediante cercos epidemiológicos. No obstante, para que esa estrategia se repita hace falta aumentar el personal capacitado, sostiene. “Falta presupuesto del Minsa para tener un programa sólido. En el programa nos comentan que a veces no tienen dinero para la gasolina. Entonces se necesita invertir en el personal y en la logística”, indicó a este Diario.
La última vez que hubo difteria en el Perú fue en el año 2020 con un caso registrado en Áncash, sin embargo, desde el 2019 se advertían rebrotes en países vecinos de esta y otras enfermedades prevenibles con vacunas como el sarampión y la rubeola. Solo entre enero y abril de este año, siete países de la región notificaron casos confirmados de sarampión, entre ellos Brasil, México, Argentina, Estados Unidos, Uruguay, Chile y el Canadá.
En este escenario, Ochoa considera que se requiere una estrategia regional para mejorar las inmunizaciones. “Lamentablemente, los grupos antivacunas que transmiten falsas informaciones han ocasionado importantes rebrotes en países que estaban libres de sarampión. Es un trabajo en conjunto de todos los países, no basta con que uno tenga buena cobertura”, dijo a este Diario.
Según el Minsa, solo por difteria se administraron 34.811 dosis de vacunas en los distritos de La Victoria y San Martín de Porres. Además, en las dos jornadas de vacunación realizadas entre octubre y noviembre se superó el millón 12 mil personas inmunizadas contra una serie de enfermedades. Suárez Ognio adelantó que se anunciará un nuevo programa de vacunación para los próximos meses a fin de cumplir con el calendario de inmunización regular.
El esquema de vacunas del Minsa consta de 17 vacunas y protege hasta de 26 enfermedades.