Por cómo está hoy configurada la capital, queda claro que la labor pública de las últimas décadas fracasó en términos de desarrollo urbano. El fenómeno de las invasiones, desde mediados del siglo pasado, desató una elevada demanda de vivienda. Pronto, sin una respuesta contundente de las instituciones estatales de planificación, los cerros y los arenales se convirtieron en lo que hoy son: enormes áreas pobladas, a donde los servicios públicos llegan con lentitud y las vulnerabilidades ya casi son inmanejables.A casi un mes de la elección del próximo alcalde de Lima Metropolitana, es necesario reflexionar sobre el futuro de la ciudad en temas de crecimiento urbano, en el desarrollo de una urbe ecológicamente sostenible y con un sistema de gobernanza que facilite la gestión.
Ayer, El Comercio realizó su primera mesa redonda con miras a los comicios de octubre. Giulio Valz-Gen, editor de esta sección, moderó esta conversación con cuatro especialistas que, en esta coyuntura, es necesaria y urgente.
1. Una visión para una metrópoli fragmentada en casi 50 distritos y con un crecimiento vertiginoso. Jorge Ruiz de Somocurcio: Lima es como una bestia, que crece todos los días. Según datos del último censo, crecemos a un ritmo de 80 mil habitantes por año y eso nos está llevando hacia la informalidad. Necesitamos construir una visión de una ciudad consensuada con las fuerzas políticas y sociales [...]. Es un disparate que en Lima existan 43 sistemas de limpieza pública, 43 oficinas de proyectos, 43 planes de desarrollo urbano. Hay que integrar a los distritos de Lima y Callao en mancomunidades.
Mariana Alegre: Hay que poner la ciudad al servicio de las personas y eso implica atender la necesidad de todos sus ciudadanos. Según la encuesta de Lima Cómo Vamos 2017, ocho de cada diez limeños y chalacos consideran que un plan de desarrollo que guíe el crecimiento de su ciudad es relevante. Se necesita planificar con un enfoque que priorice las necesidades de sus habitantes.
Aldo Facho: Es posible transformar una ciudad en dos gestiones municipales, conozco el caso de Buenos Aires. Es necesario, para ello, una planificación dinámica, más como un modelo de gestión urbanística, con acciones de corto plazo y alto impacto que permitan ver que la ciudad empieza a modificarse. El problema del Perú es que tiene planes estáticos, con miradas muy técnicas y abstractas y con diagnósticos que caducan cuando el plan empieza a ejecutarse.
Arturo Yep: No basta con tener un plan. También debemos crear las entidades que lo implementen. La ciudad de Quito creó una empresa que tenía capacidad para intervenir en los predios privados y la recuperación de su Centro Histórico se financió con los impuestos del distrito metropolitano. Si no tenemos a operadores del desarrollo que ejecuten los planes, estos quedarán solo escritos.
2. Lima es una ciudad altamente vulnerable a desastres naturales. Un terremoto mataría a 51 mil personas, estima Indeci.Mariana Alegre:Tenemos una demanda insatisfecha de vivienda y en tanto no haya políticas públicas concretas que permitan dar vivienda a las familias que la necesitan vamos a seguir teniendo los problemas de crecimiento desparramado, en zonas de riesgo.
Jorge Ruiz de Somocurcio: El 25% del suelo ocupado de Lima es vulnerable y más de 100 mil familias viven en áreas con riesgo no mitigable. Hay que impedir que Lima siga creciendo mediante invasiones y más bien se deben plantear grandes proyectos autosostenibles de vivienda en el norte y sur. Se requiere crear un programa municipal de vivienda social, con apoyo del Ejecutivo.
Arturo Yep: Las municipalidades tienen que hacer una evaluación del riesgo en los inmuebles y conseguir financiamiento para intervenir las viviendas vulnerables. El Ministerio de Vivienda y la cooperación japonesa ya han financiado intervenciones menores en suelos y columnas de inmuebles riesgosos. Ha sido una experiencia muy tímida aún.
3. El transporte de Lima sigue desintegrado pese a los intentos por crear un sistema moderno.Aldo Facho: Lima necesita obras importantes de infraestructura, pero debe quedar claro si es competencia de la metrópoli o del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). En teoría, están creadas las competencias, pero hay mucha intervención del MTC en la movilidad metropolitana. El caso más claro es el metro de Lima. Por eso me preocupa la Autoridad Única del Transporte (ATU) de Lima y Callao, no como concepto sino porque se le podría estar quitando al municipio sus competencias sobre la movilidad de la ciudad. El alcalde metropolitano de Lima es el que debería dirigir la ATU.
Arturo Yep: Yo no creo que deba ser el alcalde, pero sí que debe estar presente en esta mesa la autoridad metropolitana. Y también el alcalde del Callao, y probablemente vamos a tener que incluir a Huarochirí y Chancay, ya que el área de influencia de la metrópoli ya rebasó las jurisdicciones políticas. Quien presida la ATU podría ser designado por el Gobierno Nacional, ya que esta autoridad solo tendrá sentido si cuenta con financiamiento. Está la experiencia de la secretaría técnica del transporte urbano de Lima y Callao que la presidía un alcalde que nunca tuvo un gran papel relevante.
Jorge Ruiz de Somocurcio: El transporte tiene que estar dirigido por el jefe de la ciudad y ese es el alcalde metropolitano. Por supuesto, debe haber un directorio integrado por los diferentes actores sociales, pero la autoridad metropolitana tiene que estar al frente. Es importante que sea así, porque teniendo un plan que considere dos ciudades autosostenibles en el norte y sur de la capital vamos a necesitar que las líneas del metro lleguen hasta allá, pero hoy no está planificado así. ¿Quién lo debe decidir? El municipio metropolitano. Es esta entidad la que debe tener actuación sobre el metro, sobre los corredores, sobre el sistema vial.
Mariana Alegre:La propuesta de hacer una ATU distinta de la municipalidad metropolitana parte del hecho de que los alcaldes que hemos tenido en la ciudad no están cumpliendo las funciones que les corresponde en materia de transporte. Bajo ese escenario, parece atractivo que venga una persona distinta, que no salga de la política y no tenga intereses de una jurisdicción versus otra. Esta autoridad del transporte no debería entenderse como un actor político, sino más bien como uno técnico, que esté al servicio de la autoridad que corresponda. Ocurre en Londres: el nuevo alcalde asume el cargo, pero la autoridad del transporte se mantiene. 
Los espacios públicos y áreas verdes deben ser una política pública desde el municipio metropolitano.
Aldo Facho: Hay que separar los distritos de Lima formal, donde se siguieron procesos de habilitación urbana con ratios de área verde, de la ciudad ilegal. Donde ya la ciudad se formó sin la dotación de espacios públicos, tenemos que mirar lo que nos queda de áreas verdes: las laderas de los cerros, los ríos de Lima, la Costa Verde. Sin embargo, vemos que en la ciudad se priorizan obras viales en vez de grandes espacios públicos. No es que no tengamos espacios, lo que falta es visión.
Jorge Ruiz de Somocurcio: Los espacios públicos tienen que ser una política de Estado. No es cuestión de una impresión de tal o cual alcalde, como ocurre en la Autoridad de la Costa Verde, que es una entidad que ha fracasado. En estos momentos, este lugar es solo un corredor vial norte-sur y debería ser un gran parque de 400 hectáreas desde La Punta (Callao) hasta el Morro Solar (Chorrillos). Pienso que debería replantearse la Autoridad de la Costa Verde e incluir a nuevos actores como la Marina.
Mariana Alegre: En el actual modelo, los espacios públicos y las áreas verdes son muy fáciles de ser descartados. Por otro lado, tenemos una ciudad plagada de letreros que dicen: “No pisar el césped”, “Prohibido jugar”, “Prohibido disfrutar”. Nos deja una perspectiva de que como ciudadanos no tenemos derecho a la ciudad.
Arturo Yep: Hay que mirar la naturaleza. Acabamos de hablar de todo el frente del litoral, pero hay también tres cuencas importantes: Rímac, Lurín y Chillón. Cada uno es un espacio natural, con todas las condiciones para convertirse en espacio público. Se pueden desarrollar allí parques lineales, pero teniendo en cuenta la gestión de riesgo. El otro gran elemento natural son las lomas, pero hay que hacerlas accesibles a todos, para que no solo los deportistas lleguen.