Son insuficientes, están en enorme riesgo y tienen cada vez más trabajo. Los médicos intensivistas integran la primera línea de lucha contra el COVID-19. El presidente de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva, Jesús Valverde, explica aquí por qué es importante adoptar posturas claras en la lucha contra la pandemia.
— ¿Qué medidas debería adoptar el Gobierno en el corto plazo?
La primera es que se ingrese a una cuarentena, sobre todo aquí en la ciudad de Lima, debido al incremento de casos y el colapso del tema hospitalario. La segunda es que se intervengan las camas de hospitalización y se les instale sistemas de alto flujo para poder hacer una contención adecuada del paciente crítico que requiere ingresar a UCI. No estamos solicitando más camas UCI, porque no hay lugar donde colocarlas y no hay el recurso humano que las pueda operativizar.
— Para graficar la situación: ¿en este momentos cuántas camas UCI hay disponibles en el país?
Todas las camas de UCI están ocupadas, no hay camas libres. Por el contrario hay listas de espera grandes, hay una proyección de una necesidad de 1.300 camas UCI, y eso es un cálculo matemático que sacamos en base a los porcentajes de necesidad de estas camas en los pacientes hospitalizados. La Sala Situacional reporta alrededor de 10 mil pacientes hospitalizados, el 30% los vemos nosotros, es decir, 3 mil. Hasta el momento tenemos 1.700 de estos pacientes en camas UCI. Hay precisar que Lima siempre ocupa un 50% de camas UCI, el resto son para regiones. Por ello hay una mayor cantidad de persona en lista de espera en Lima.
— ¿Es posible resumir cuáles son las regiones de mayor riesgo en este momento de la segunda ola?
En todo el Perú el panorama está complicado. Algunos de los lugares con menor recurso humano son Huánuco, San Martín, Huancavelica, Ayacucho. Respecto al aumento de casos la zona norte es la más afectada. Este problema se debe a dos motivos: recurso humano que falta y el incremento de casos que colapsa el tema hospitalario en las regiones, sobre todo al norte del país.
— ¿Por qué se están contagiando más jóvenes en esta etapa de la pandemia?
Esta segunda ola ha cambiado un poco el grupo etario, son las personas de entre 30 y 40 años los más perjudicados. as explicaciones pueden ser diversas. Primero, que el adulto joven es una persona muy expuesta, que ha tenido mucha participación en las actividades laborales en estos meses y en reuniones, conglomerados, ha tenido mucha carga viral. Es un grupo que no se ha protegido muy bien, que se ha sentido seguro por la orientación de la primera ola que estaba más inclinada a favor del adulto mayor, y creo que se han relajado los cuidados primarios. Eso es lo que podemos presumir ahora.
— ¿Hay suficiente personal de medicina intensiva para atender la creciente demanda?
Estamos fuera de nuestra capacidad operativa, estamos trabajando en más de dos lugares y no hay posibilidad de tener mayor recurso humano. Tener más horas de trabajo es imposible. Es por eso que no estamos solicitando más camas UCI.