El 70% de los menores quemados que llegan al Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja (INSN-SB) sufrió un accidente en casa con líquidos calientes. “Casi todos los días nos traen un niño para atenderse por quemaduras profundas o en zonas críticas como el rostro o los genitales”, dice la cirujana plástica Pilar Huby, jefa de la Subunidad de Atención Especializada de Pacientes Quemados. “Acá vienen los casos más graves del país. Casi siempre son menores con más del 15% del cuerpo quemado”, añade.
El 60% de sus pacientes tiene apenas entre 1 y 4 años. De ellos, la mayoría ingresó a la cocina en un descuido de sus padres y resbaló dentro de una olla o se quemó con los vapores. “Algunas mamás terminan de cocinar en sus hornillas y luego dejan las ollas en el piso por una creencia, falsa pero extendida, de que así se enfrían más rápido”, cuenta Huby.
Otra situación común, especialmente en zonas rurales, es que la familia cocina a leña. Esto es, al ras del suelo. Y no siempre colocan un cerco que impida el paso de los bebes, que a esa edad gatean o caminan inspeccionando todo.
También hay casos de bebes que se cayeron dentro de los guisos, sopas o la leche caliente porque sus padres los tenían en brazos mientras preparaban los alimentos. Dependiendo de cuánto tiempo permanezcan sumergidos, sus quemaduras pueden ser de segundo o hasta tercer grado.
“Otra situación que se repite mucho es la de los bebes que usan la puerta del horno para trepar a la cocina. A veces estas son inestables y se terminan venciendo. Las ollas o teteras caen sobre los niños y los queman”, indica la cirujana.
—Tratamientos costosos—Desde que se inauguró este hospital, en el 2013, la subunidad de quemados ha realizado cuatro mil cirugías reconstructivas. Además, ha logrado salvar la vida de niños hasta con el 85% del cuerpo quemado.
El 90% de los casos atendidos por el hospital son derivados de las zonas más vulnerables del país y requieren tratamientos que pueden costar entre S/80.000 y S/200.000 sin contar el acompañamiento psicológico. Estos gastos son asumidos, casi siempre, por el Seguro Integral de Salud (SIS).
Huby explicó que un niño que llega con el 30% o 40% del cuerpo quemado puede requerir dos a tres años de tratamiento. Esto es, teniendo en cuenta las entradas a la unidad de cuidados intensivos, su pase a hospitalización, las diversas cirugías reconstructivas, curaciones y rehabilitación.
—Prevención—Como parte de la campaña de prevención Cambiemos la Historia, no más Niños Quemados, el INSN-SB realizó el pasado jueves una feria informativa en sus instalaciones. Clowns simularon varias situaciones de riesgo para los pequeños y ofrecieron a los padres algunas recomendaciones y medidas de seguridad.
También les recordaron que, en caso de darse un accidente, la subunidad de pacientes quemados atiende las 24 horas y siempre hay un cirujano en guardia.
La doctora Huby agregó que, en caso de quemaduras, se le debe quitar rápidamente la ropa al niño, sobre todo si es de material polar, pues este conserva el calor. Se debe mojar la zona afectada con agua corriente por 20 minutos y envolver el área comprometida con una sábana o toalla seca y limpia para que no se contamine durante el traslado al centro de salud. En ningún caso se le debe aplicar cremas humectantes o pasta de dientes, pues se produciría más irritación.miguel bellidoEl último jueves, durante una feria informativa, se alertó a los padres sobre los riesgos que corren los niños en las cocinas.
Recomendaciones- Mantener a los bebes lejos de las hornillas mientras se esté hirviendo agua o preparando alguna comida. - Colocar el balón de gas fuera de la vista de los niños.- Colocar los mangos de las sartenes hacia atrás y preferir las hornillas del fondo.- No cocinar con una criatura en brazos ni manipular bebidas calientes a su lado.
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