El nuevo diseño de la antigua Panamericana Sur, presentada el pasado lunes por la Municipalidad de Lima (MML), contempla una ciclovía que va desde la altura de la playa El Silencio hasta Santa María del Mar.
El Comercio realizó un recorrido por la vía y observó que en dos tramos la ciclovía realiza dos cruces de 90°. Estos están ubicados entre las playas Punta Hermosa y Punta Rocas, y entre las playas San Bartolo y Santa María del Mar.
La comuna metropolitana informó a este Diario que no se realizó un diseño lineal de la ciclovía debido a la “morfología del suelo y la disponibilidad del terreno”.
Además indicaron que la infraestructura cuenta con señalización horizontal, vertical, habilitación de camellones y guardavías. “Se invoca a los conductores de vehículos que transitan por este tramo a respetar la señalética instalada y acatar los límites de velocidad existentes en esa vía”, manifestaron en un comunicado.
–Riesgos en la vía–
Octavio Zegarra, presidente del colectivo CicloAxion, aseguró que tanto en los cruces de las ciclovías, como en los peatonales, deberían ser instalados otros elementos de seguridad como reductores de velocidad o semáforos, según corresponda.
“Están arriesgando la vida de las personas basándose en el buen comportamiento de los conductores. Es una situación peligrosa por el ancho de la vía y porque no hay una isla de seguridad. La gente se equivoca y comete imprudencias”, indicó Zegarra.
El experto señaló que la comuna debió hacer un esfuerzo por tratar de mantener la infraestructura de la ciclovía de forma lineal y que no cruce una vía rápida. “Quizás se pudo hacer un ligero giro en la calzada. La carretera no debería ser más importante que la vida de las personas”, precisó.
El urbanista Aldo Facho Dede resaltó que esta ciclovía no cumple con "ciertos aspectos” señalados en el Manual de Criterios de Diseño de Infraestructura Ciclo-inclusiva, elaborado por la Municipalidad de Lima.
El punto 4.5.1 de dicho manual señala que en los criterios de diseño para intersecciones seguras se debe “considerar la reducción de velocidad y la buena visibilidad como factores claves”.
“Hablamos de la colocación de elementos segregadores y de seguridad fluorescentes, que anuncien y delimiten la ciclovía, sobre todo de noche; la señalización de los cruces y la colocación de reductores de velocidad para los vehículos. Esto último es crítico, pues pone el alto riesgo la vida de los ciclistas.”, precisó Facho.
La ciclovía de la antigua Panamericana Sur tiene como punto final la entrada al balnerario de Santa María del Mar.
Mariana Alegre, coordinadora general del observatorio Lima Como Vamos, indicó que los cruces de 90° en la ciclovía son un problema técnico en el diseño que pudo ser subsanado antes de entregar la obra.
“Es un peligro latente para todos. Hay un corte abrupto sin semaforización. Una ciclovía así es atípica en una carretera”, indicó.
Otro punto criticado en la nueva ciclovía es que esta se corta abruptamente a la altura del ingreso a Santa María.
La comuna metropolitana aseguró que no se consideró culminar la ciclovía en el balneario porque estaba “fuera del área de influencia del proyecto”. Sin embargo precisó que realizarán coordinaciones para evaluar la ampliación de esa sección.