El rostro de Eleodoro Clemente Rojas Camacho apareció en los medios de comunicación en mayo del 2017. Este hombre de 59 años encabezaba la lista de conductores con más papeletas de ese año, publicada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT). En ese entonces, acumulaba un historial de 124 multas. Ese mismo rostro está ahora frente a las cámaras de El Comercio, luego de que decidiéramos seguirle el rastro durante varias semanas para descubrir por qué su nombre era casi sinónimo de negligencia. Si hace 2 días el protagonista de la campaña No Te Pases era un chofer imprudente, en esta investigación verá que detrás de estos conductores también hay empresas implicadas.
-En detalle-El oficio de camionero es el oficio de ser puntual. Solo eso explica por qué Rojas Camacho no sale de su casa ni antes ni después de las 6:00 a.m. religiosamente. Ahora está de pie en el óvalo José Gálvez (Villa María de Triunfo) a la espera de que una movilidad lo recoja y lo lleve a su estación de camiones, en Villa El Salvador.
Rojas llega a esta base de operaciones a las 7:00 a.m. y permanece adentro exactamente 60 minutos. A las 8:00 a.m. sale a bordo de un camión marca Volkswagen placa F6S758 de color rojo lleno de gaseosas, el cual conduce desde hace cinco años. Con ese vehículo cometió las últimas 65 infracciones.
Son las 8:25 a.m. y este chofer ha dejado la carretera Panamericana Sur para ingresar a las calles de Surco con destino a los distritos del oeste de Lima. Su trabajo consiste en repartir bebidas a establecimientos comerciales y otros locales para la distribuidora Paci S.R.LTDA., socio estratégico de Arca Continental Lindley. Viaja junto a tres personas que se encargan del despacho.
A las 8:45 a.m. surge una primera sorpresa: Rojas Camacho maneja mejor que el limeño promedio. Para esta hora, ha respetado la luz ámbar o roja en siete semáforos, no superó los límites de velocidad y casi siempre mantuvo su carril derecho.
¿Cómo el peor conductor del 2017 conduce respetando todas las normas de tránsito? Y entonces una segunda sorpresa: su récord publicado en el portal del SAT contempla que todas sus papeletas fueron impuestas únicamente por haber cargado o descargado mercadería en zonas prohibidas, bloqueando el tránsito. Son las multas U07 y U04 del Reglamento de Transporte de Carga, que contempla sanciones de 830 soles.
A las 9:15 a.m. llega a Miraflores. Da vueltas por las calles como recorriendo un laberinto sin conocer la salida. De pronto, observa una pista vacía, y es cuando Rojas Camacho descubre su verdadero rostro. Estaciona en la cuadra 2 de Juan de La Fuente, ocupando una parte la vereda, la berma y un carril entero. Los tres cargadores descienden mercadería que invade el segundo carril. Toda una calle está bloqueada por este camión, y los autos deben hacer piruetas para poder sobrepasarlo. Los peatones lo bordean por la pista exponiendo sus vidas.
Antes de las 10:00 a.m. el portal del SAT nos da una tercera sorpresa: el 100% de las multas de Rojas están totalmente pagadas. El valor de todas ellas equivale a 39.685 soles, casi 400 veces la remuneración mínima vital. Difícilmente un conductor de camión podría invertir esa cantidad. Ante la duda, nos acercamos al chofer como cualquier transeúnte mortificado por la obstrucción del paso: “Las multas me las paga la distribuidora para la que trabajo. Me han impuesto más de 120 papeletas por esto”, dice Rojas Camacho.
-Complicidad-El propietario del camión que conduce Rojas, según los Registros Públicos, es el Banco de Crédito del Perú, pero es operado por la distribuidora Paci por medio de un ‘leasing’ o alquiler. Este vehículo y al menos otros 12 de esta empresa no están en el padrón de camiones de carga autorizados por la Municipalidad de Lima, una falta que debería estar sancionada con el retiro de todos los permisos para operar. Paci S.R.LTDA afirma que solo tiene una autorización del MTC que autoriza a toda la empresa a operar.
Según constató El Comercio, conductores de otros seis camiones que hacen el mismo servicio para esta distribuidora también han tenido decenas de multas por la misma infracción, y todas están pagadas. Luis Quispe Candia, presidente de la ONG Luz Ámbar, critica que esta empresa esté avalando la comisión de infracciones. “La empresa solo está buscando su interés. Solo le importa su negocio. No solo está cometiendo un abuso al emplear la vía de mala manera, sino también está poniendo en riesgo la vida de las personas”, dijo.
Lino de la Barrera, abogado en temas viales y ex asesor del MTC, cree que si la empresa estuviera asignando una partida presupuestal anual para permitir que camiones sigan infringiendo los convierte en cómplices. “Al haber pagado todas las multas, es porque la empresa reconoce que esas infracciones fueron cometidas. Eso quiere decir que la empresa avala estas faltas”, señala.
Este especialista cree que en las municipalidades debería existir una base de datos de deudas –un ‘Infocorp’ de multas– que permita saber cuáles son las empresas que más infracciones acumulan.
Mariano Quichca, supervisor de flota de la distribuidora Paci S.R. Ltda., reconoció que esta empresa paga todas las multas a sus camioneros y que la falta de espacio impide que puedan realizar sus labores.“No hay lugares donde podamos descargar. Tratamos de ubicarnos en los mejores lugares posibles. Estamos al margen de la ley, pero no queda otra, tenemos que llegar al punto. Se comete la falta, yo te pago multa, es como si nosotros estuviéramos avalando eso. Pero estamos trabajando con los choferes para evitar que causen problemas, evitando repartir en horarios complicados. Tenemos que atender a los clientes de esa zona”, dijo. Cuando se le preguntó si la distribuidora tiene un presupuesto aparte designado para pagar las multas, el funcionario no lo negó, pero tampoco sabe si el área de finanzas lo tiene. “Eso lo maneja el área contable. Hay multas y vamos viendo los motivos de las mismas. En tesorería hay una persona encargada de pagar las multas”.El Comercio contó que al menos hay 12 camiones operados por Paci S.R. Ltda. que no están en el padrón de vehículos autorizados para el transporte de carga del municipio de Lima. “No sé si lo tenga [el permiso]. Pero es un trámite muy sencillo. Lo que tenemos es la autorización del Ministerio de Transportes para que la empresa pueda operar”, finalizó.