En mayo de este año, la campaña #NoTePases de El Comercio reveló que existe una organización dedicada a generar viajes falsos en el aplicativo Uber a través de cuentas de choferes ficticios para poder robarles a los clientes. ¿Cómo actúan? Manipulando el GPS del celular para simular estar cerca del punto de recojo. Por más que el pasajero espere en su puerta, estos vehículos nunca llegan, lo que obliga al cliente a cancelar la carrera, generando ganancias al chofer por el cobro de la cancelación. Varios usuarios reclamaron haber sido víctimas de este tipo de robos.
► Muñoz presenta en Miami alegatos en arbitraje internacional contra peajes de Lamsac ► Desfase en la oferta inmobiliaria, por Angus Laurie
“Pides un Uber, el supuesto chofer acepta la carrera y comienza a moverse alrededor de tu punto de recojo, da vueltas virtualmente, pero nunca llega hasta que canceles. Cuando cancelas, harto de esperar, la app cobra una penalidad”, explican expertos en temas de fraude virtual consultados por este Diario.
Añaden que estos equipos tienen instalado un falso GPS, que permite manipular la ubicación del teléfono. Estos surgieron con la moda de Pokémon Go, ya que permitían ‘moverse’ virtualmente para cazar pokemones sin salir de casa.
Personas familiarizadas con este fraude, con las que este Diario habló de manera anónima, indican que en Lima operan hasta 10 centrales de viajes falsos, denominadas también ‘granjas’. Cada una opera hasta con 200 celulares.
Hasta hace poco, Uber no aplicaba filtros rigurosos a sus choferes. El reclutamiento era virtual y tardaba 30 minutos. Ahora hay nuevos elementos de seguridad en el proceso: la necesidad de tener una fase presencial [deben asistir a un centro de conductores] y la inclusión del certificado de antecedentes policiales [antes solo se exigía antecedentes penales]. También estamos en el proceso retroactivo para que los conductores que se inscribieron antes se adecúen a estas normas. ¿Cómo constatar que quien conduce es el chofer que se registró?Ahora los postulantes tienen que venir a tomarse la foto a un centro de conductores, y Uber también le pide aleatoriamente tomarse un selfie en cualquier momento de sus operaciones para contrastar esa imagen con la que se tomaron aquí. Detrás de eso hay una tecnología de reconocimiento facial, para validar que la persona que conduce es realmente la que tenemos en el registro.
— Identifican grieta —Eduardo Reyes, director de Comunicación de Seguridad de Uber Latinoamérica, conversó con El Comercio y sostuvo que esta empresa ya conoce estas malas prácticas, y que un área dedicada a temas de fraude encontró el principal defecto de estos falsos GPS: la altitud.
“Este tipo de sistemas que permiten simular la ubicación del GPS tiene una debilidad: la altitud. Esta nunca cambia, como sí ocurre con la ubicación [latitud]. Eso nos permite modificar las variables y cerrarles la puertas [a estos sujetos]”, sostiene Reyes.
A pesar de que en Lima los cambios de altitud no son tan pronunciados como en otras ciudades, esta debilidad ya les ha permitido hallar un patrón de comportamiento de estos falsos choferes y poder cerrar sus cuentas. “Tenemos mucha información de los dispositivos y los viajes, y nos permite crear políticas internas que hacen que, cuando detectamos estas malas prácticas, generemos procedimientos que ayuden a cerrarles las puertas”.
Reyes agrega que ya se han suspendido cuentas, sin embargo, las denuncias de los clientes les ayuda a actuar. “Ante cualquier incertidumbre, para Uber es crucial que el usuario nos reporte, por ejemplo, cuando el chofer no se mueve, obligando a cancelar al cliente para que el conductor cobre la cuota de cancelación”, dice.