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Lima es una ciudad peligrosa: la segunda con mayor percepción de inseguridad según el Barómetro de las Américas (2012) y las cosas no parecen haber mejorado mucho. Esa bien puede ser la explicación para entender el aumento en la compra de armas no letales en la capital.
Existen diversas empresas que se dedican a comercializar este tipo de armamento, entre estas Armaq y Lima Guns, que admiten un incremento reciente en sus ventas. Jason Rivas, jefe de sistemas de esta última empresa, indica que este año creció en un 30% el volumen de armas no letales que importaron al país con respecto al año pasado. Y casi todas están vendidas ya.
Hay diversas opciones en el mercado. Además del gas pimienta, quizá la más conocida, se cuentan varas de metal, generadores de voltaje e incluso pistolas que usan municiones de goma. Excepto esta última, para comprar todas las demás solo se necesita lo mismo que para comprar licor: tener un DNI es el único requerimiento legal.
¿HAY CONTROL?
La Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec) no contabiliza la venta de estos productos ni empadrona a quienes los obtienen.
Funcionarios del referido organismo señalaron a El Comercio que el control que se hace sobre armas no letales (como las de descarga eléctrica, balas de goma o similares) se ejerce únicamente cuando estas mercancías ingresan al país. Añadieron que las licencias solo se dan para armas de fuego.
No obstante, según especialistas consultados, estas armas sí pueden llegar a ser letales. Si una pistola de electrochoque se usa contra un persona que lleva un marcapasos, le causará la muerte. Si una vara metálica da un mal golpe, puede ocasionar lesiones graves.
El congresista oficialista Manuel Zerillo indicó que en la Comisión de Defensa y Orden Interno, que preside, existe la inquietud de ciertos parlamentarios por regular el uso y tenencia de este armamento, sin que ello suponga trabas para comprarlo.
“No tenemos información de quién posee estas armas y eso es importante. Aún no hay un proyecto que incluya este tema, pero creo que sí se hará cuando definamos una ley de armamento civil general”, dijo.
Según empresas consultadas, la mayoría de compradores de estos equipos son mujeres, que en muchos casos buscan el gas pimienta, quizá por su tamaño y su uso, y porque permite atacar desde unos tres metros. Sin embargo, Jason Rivas, de Lima Guns, comenta que varios taxistas han buscado los mismos productos por su fácil uso y los peligros a los que su oficio los expone.
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