Totalmente pertinente para estos tiempos inciertos, la muestra “El tiempo y yo”, que inaugurará la galería Fórum junto con la Fundación Tola, nos ofrece un recorrido por la pintura del desaparecido creador limeño. Bajo la curaduría de Jorge Villacorta, la individual reúne pinturas realizadas por José Tola (1943-2019) a lo largo de treinta años de notable coherencia, desde 1988 hasta el 2018. Como explica el investigador, la muestra permite advertir un artista que va atravesando el bosque de sus propios íconos, o lo que Villacorta llama “el paraje Tola”: un paisaje anamórfico y comprimido, de filiación amazónica e insólitamente doméstico.
“Tola siempre decía que su pintura era abstracción con rastros de figura. Una pintura abstracta con fragmentos de cuerpos y rostros”, señala el curador.
Fue en la década de los ochenta, al romper Tola con la idea del marco rectangular del cuadro, que el espectador pudo ver reflejados sus propios monstruos en sus obras: formas pintadas sobre recortes, que parecían chorrear fuera de los confines del cuadro. Como explica Villacorta, fue entonces que su nueva visión de la pintura se convirtió en una experimentación abierta con materiales de todo tipo: pigmentos, latón, plástico quemado o fibras sintéticas empapadas en brea.
“En Tola siempre hubo una cuestión animal muy presente. Parte de su autoexamen como individuo es reconocerse como un animal: a la racionalidad sumó el instinto y la violencia”
La muestra que veremos en Fórum muestra a un Tola de regreso de aquellas experimentaciones, dedicado por entero a la pintura, pero sin olvidar a sus personajes dislocados y deformes. “En Tola siempre hubo una cuestión animal muy presente. Parte de su autoexamen como individuo es reconocerse como un animal: a la racionalidad sumó el instinto y la violencia”, afirma Villacorta.
Quizás sea esta característica del trabajo del artista lo que explique el diálogo con la coyuntura política que atravesamos. Como advierte Villacorta, gran parte de su obra responde a una época marcada por la observación del mundo con un sentido profundamente trágico, sin solución. “Tola no pretendía observar la violencia desde el exterior, sino que se sabía dentro de ella. Él está dando testimonio en primera persona de aquello que nos envuelve y nos atemoriza”, dice.
Sería interesante preguntarnos qué pintaría hoy Tola, cómo la realidad caótica se filtraría en su pintura. Y si bien para Villacorta resulta difícil especular, está claro que el artista no era un creador extraviado en su mundo. “Él sabía que un pintor construye una realidad paralela al mundo. Pero que, para hacerlo, debía empaparse de él. Y la forma en que lo filtra termina siendo ‘el paraje Tola’”, añade.
Lugar: galería Fórum, Av. Larco 1150, Miraflores. Inauguración: martes 12 de abril, 6 p.m. Horario: de lunes a viernes, de 11 a.m. a 7 p.m. Ingreso libre.