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Por motivos económicos y de curaduría, un museo de arte no siempre puede contener todas las obras que quisiera tener. Por eso, el Museo de Arte de Lima (MALI) subastará este sábado 71 lotes avalados por un comité de historiadores, restauradores, curadores y coleccionistas.
“Nos hemos volcado a conseguir piezas que no son fáciles de encontrar”, explica Armando Andrade, presidente del comité de subasta, quien resalta la importancia educativa y cultural del evento. “No se trata solo de ir a comprar la pieza, sino de informarse y aprender. Si se ve la pieza independientemente, desligada de su historia, no se comprende”.
La edición 20 de la subasta anual del MALI ofrece una rigurosa selección de arte peruano dividida en 7 secciones: Martín Chambi, Elena Izcue, Arte Popular, Obra en Papel, Pintura S. XIX-XX, Arte Contemporáneo y Artes Decorativas.Andrade espera que el evento sirva de impulso al coleccionismo de arte, que encuentra así un mercado secundario y relativamente accesible. “El mercado peruano es bastante atractivo para quien quiera empezar una colección o refinar la propia”, agrega.
PRO FONDOSAdemás de compartir el conocimiento y fomentar el coleccionismo, la subasta es la segunda fuente de ingresos del museo, solo detrás de los talleres educativos que ofrecen al público en general. En los últimos años, lo recaudado (US$100 mil en promedio por evento) sirvió para financiar la remodelación de la segunda planta–abierta al público desde el 9 de setiembre–, y ahora se planea invertir en la ampliación hacia el subsuelo para exhibir una colección permanente de arte contemporáneo. Gana el museo, gana el arte nacional y gana cada uno de los asistentes.