El 26 de junio se celebra el Día de la conservación de bosques. En nuestro país, además del Ministerio del Ambiente, existen diferentes organizaciones que colaboran en la conservación y reforestación de áreas protegidas y también de las que no lo son. Una de ellas es Bosque Guardián que tiene su área de trabajo en la zona de amortiguamiento de la Cordillera Escalera en la Región de San Martin – a 40 minutos de la ciudad de Tarapoto, en el Bosque Tropical de los Andes Amazónicos–. “Nos ubicamos en una zona adyacente al área protegida porque hay mucha deforestación. Es un bosque megadiverso donde se encuentran muchas especies como el otorongo, la rana atelopus, el colibrí koepcke. Nos hemos ubicado en esta zona porque hemos visto el potencial de unir dos partes del Área de Conservación Regional Cordillera Escalera con un corredor biológico”, explica Ana Rosa Benavides quien, junto con Rafael Benavides, fundó Bosque Guardian hace tres años.
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Puede parecer una contradicción que una organización que tiene auténtico interés en la protección y reforestación de áreas protegidas y zonas adyacentes, lance una colección de cuaderno para pintar, rompecabezas y cartas de memoria, con la consecuente huella ecológica que este proceso supone. Pero no lo es. Ana Rosa explica que la conservación de los bosques en el Perú pasa primero por un tema de educación ambiental, sin ella no es factible. “Queremos sensibilizar a niños, niñas, adolescentes y adultos sobre la importancia del bosque y su protección. Hemos desarrollado estos rompecabezas, juegos de memoria y libro para colorear que permiten a los menores, a través del juego, conocer el bosque y sus habitantes. Muchos niños y niñas en el Perú conocen los animales de la granja, los animales de la sabana africana, como la jirafa y el león, pero no los animales de nuestra selva peruana. Creemos que el primer paso para querer proteger algo es conocerlo. Por ello, estamos desarrollando materiales educativos para, cuando sea posible (y termine la pandemia), hacer talleres con niños y adultos y seguir inspirando en la conservación del bosque”.
La sostenibilidad en el mundo editorial es un tema complejo, pero la conciencia medioambiental ha crecido y hay acciones para reducir la huella ecológica que muchas empresas editoriales y emprendimientos en general ya están ejecutando. Una de ellas es el uso de papel bien gestionado y certificado, como el que empleó Bosque Guardián. “Nuestros materiales educativos cuentan con la certificación de manejo forestal FSC, que acredita que el papel que hemos usado proviene de plantaciones responsables, que el bosque se está manejando de manera que preserva la diversidad biológica y beneficia las vidas de las poblaciones y los trabajadores locales, asegurando al mismo tiempo la sustentabilidad económica”, refiere Ana Rosa.
Este material educativo se desarrolla a mayor escala para llegar a un gran público infantil, incluyendo escuelas y hospitales, donde los niños tienen bajos recursos y poco acceso a información sobre medioambiente. La venta de rompecabezas, juegos de memoria y libros para colorear ayuda a la asociación a generar un ingreso propio que se emplea en su labor de conservación. Usar papel reciclado o de fibra vegetal para este material educativo, resultaría muy costoso y poco viable, por ahora.
Bosques de papel
Otra de las formas que la asociación ha ideado para generar alternativas económicas y sociales a la deforestación y caza de animales, es el taller de papel. “Producimos papel y productos artesanales a pequeña escala reciclando residuos, papel y fibras vegetales. Aprovechamos residuos para producir en sinergia con el bosque”, señala Benavides. Ella agrega que este taller fue ideado inicialmente para trabajar con las mujeres de la zona, uniendo el oficio de hacer papel con su propia experiencia. “En la práctica diaria, ellas se han ido formando como maestras papeleras y compartiendo sus saberes, producto de la convivencia con la naturaleza. Pensando en las condiciones locales, el taller se diseñó para compartirlo también con niños y niñas”.
Así, han desarrollado papeles de fibras vegetales (hojas de plátano o musa paradisíaca) y papeles reciclados (en base a papel blanco y cartón industrial). Tienen un catálogo con más de 50 tipos de papeles con formatos A2, A3, A4 y A5 en gramajes desde 50 a 400. “Por sus texturas, aromas, transparencias, resistencias, flexibilidad, cada papel puede ser usado de distintas maneras creativas. En ellos se puede simplemente escribir, imprimir, dibujar, pintar, bordar. Pero, también, pueden ser usados para papelería de regalo, encuadernación, lámparas y otras piezas de diseño”, subraya Benavides.
El dato: Para conocer más sobre la labor de Bosque Guardián, adquirir papeles o material educativo ingrese a www.instagram.com/bosqueguardian o a www.bosqueguardian.com