La última vez que Baldomero Cáceres actuó fue hace ocho años en el Teatro Británico, al lado de Leonardo Torres Vilar, Jimena Lindo, Graciela Paola ‘Grapa’, Christian Ysla y otros 10 actores que formaban parte de “La cocina”, obra dirigida por Gisela Cárdenas. Desde entonces, mantuvo en pausa su relación con la actuación porque necesitaba estabilidad (“la del actor, es una profesión muy inestable”) y porque “no había tenido la oportunidad ni la motivación para enfrentar otro papel”, nada que le provocara hacer.
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Sin embargo, la oportunidad llegó el 2019 con “Contactado”, filme dirigido por Marité Ugás y producido por Mariana Rondón, en el que interpreta a Aldo, líder retirado de un famoso culto extraterrestre. La construcción de este personaje de ficción que, según la directora, tuvo bastantes luces en su momento y después dejó de tenerlas, confrontó al actor con su propia realidad.
“Contactado” es la película que te trajo de vuelta a la actividad actoral.
Así es. Lo curioso es que cuando fui al casting, cuando quedé seleccionado y dije “vamos para adelante”, yo no había leído el guion. La directora, Marité Ugás, y la productora, Mariana Rondón, habían sido muy reservadas. Entonces, yo apostaba por un proyecto que venía de ellas y por el trabajo que habían hecho en anteriores películas. Yo soy un cinemero y conocía lo que habían hecho. Ya cuando leí el guion hubo una cosa que me conectó con el personaje que interpreto, que es una persona que reaparece muchos años después llevando una vida bastante insípida, casi mediocre, cuestionándose si debía volver o no a su vida anterior. El personaje era un ser iluminado, un profeta, un guía espiritual, un charlatán. Entonces, me sentí más identificado todavía (ríe).
¿Te consideras un charlatán?
No, pero está gracioso decirlo. En general, ahora soy una persona poco sociable. Creo que todos, después de dos años complicados, estamos volviendo a conocer quiénes somos.
¿Y quién eres ahora?
Estoy intentando ver si soy el mismo que era antes, un ser muy sociable, que asistía a muchos eventos, estaba en un programa y era muy noctámbulo, muy de salir con muchos amigos. Ahora soy una persona mucho menos sociable, más metida en su mundo. Los años no pasan en balde. Uno va perdiendo virtudes y va reforzando sus taras. En esa etapa me encontraba cuando me dieron la oportunidad de hacer esta película y me dije, “vamos a ver si podemos rescatar estas virtudes”. Y creo que esas virtudes (actorales) cogieron luz gracias a la dirección de Marité.
Cuando leíste la historia, ¿qué es lo que más te atrajo de ella?
Un poco los cuestionamientos de fondo, los temas como el poder, la fe, el paso del tiempo, las motivaciones. Un poco las disquisiciones por las que pasa el personaje en esta carrera que emprende el antagonista (el joven que se le acerca para que intente reactivar su actividad como líder espiritual). Esos cuestionamientos que se hace mi personaje fueron interesantes de explorar.
¿Es la primera vez que tienes un papel protagónico?
Los he tenido en el teatro, pero creo que la diferencia entre un papel protagónico y uno que no lo es, es que el cine tiene lo que a mí más me llama: el trabajo en equipo. Saber que todos trabajan por un objetivo y esa es una motivación más. No se trata de integrarte esporádicamente, sino de formar parte de un grupo, de ser una de las cuatro patas de la mesa.
¿Te parece que, tras la pandemia, las personas sienten mayor necesidad de trabajar en equipo?
Soy contrario a esa idea. Creo que vivimos en la época del individualismo y de la feroz competencia, casi en una encarnizada lucha por la sobrevivencia. Se ve en las calles. Lo más gráfico es el tráfico limeño.
Creo que la pandemia, de alguna manera, en lo único que nos pudo ilusionar fue en la posibilidad de reactivar el espíritu solidario y que vuelva a convertirnos en una sociedad que busque una cierta integración. Pero la verdad, es que ni política ni socialmente eso se ha dado. Más bien hemos caído en la mediocridad.
Y eso es lo rico del cine o del teatro, que haces trabajo en equipo y es como poner una marcha distinta a la habitual, en otros planos, a la sobrevivencia misma. Es un trabajo objetivo, en equipo, y eso sigue siendo muy atractivo y potente. Por supuesto respetando el trabajo individual de todos, del solitario o de un pintor, por ejemplo, pero en esos casos se trata de artistas que luchan con sus propios demonios y no contra una aldea de sociedad tan demencial como la que vivimos hoy en día. Obviamente, no estoy hablando políticamente, no soy de izquierda ni de derecha. Como decía Fernando Ampuero, “soy un escéptico con expectativas”.
Hablando de escepticismo y volviendo a “Contactado”, ¿crees en la existencia de seres extraterrestres?
La verdad que no. Creía antes de la película. Hay tantas cosas que en la historia de la humanidad la gente se inventa por esa necesidad de creer en algo: la fe, las supersticiones, los extraterrestres, las vírgenes que lloran, etcétera, que es un poco el tema en el que se centra la película, esa necesidad de creer en algo. Cuando uno marcha hacia el escepticismo empiezas a pensar si como sociedad nos merecemos que haya seres superiores que algún día nos ayuden, nos guíen o que tengan intención de salvarnos. Yo creo que la salvación está dentro de uno mismo, el trabajo que uno hace diariamente, la relación con su entorno y entonces, todas esas maneras de escaparse nos alejan de ese objetivo que debe ser más de convivencia y no de simplemente una necesidad de tener una esperanza por resolver unas de las grandes preguntas del hombre. Creo que estas cosas a veces son una pérdida de tiempo. Pero, por supuesto, respeto todos los ritos, todas las creencias y la libertad de seguir el camino de creer lo que se quiera. Pero ya no creo en los seres extraterrestres, a pesar de que he conocido por la película, testimonios e imágenes que te dan que dan que pensar.
Aunque... creo que prefiero no creer, para que el día que ocurra, sorprenderme y pueda decir, “todavía había algo por descubrir”, porque también hemos perdido la capacidad de sorpresa, sobre todo en estos dos últimos años que la muerte se ha vuelto tan cercana y ya no nos sorprende nada. Pues mejor no creer, para que justamente el día que se produzca alguna cosa extraordinaria, me sorprenda y me dé una luz, como la ha sido tener, hace 16 meses un hijo, Joaquín.
¿Tienes otros proyectos para continuar actuando?
Si hay una oportunidad de hacer algo que me motive, me encantaría, sobre todo cine, por el trabajo en equipo. Hacer cine es una forma brutal de romper con tu zona de confort. Cuando no estás metido en la actividad, es aún mayor la ruptura. Si se da, se da, pero tampoco tengo muchas expectativas. Esta película ha ido a 16 festivales, imagínate si hubiera tenido expectativas y no hubiera podido ir a ninguno (16 oportunidades de vincularte, de ver cine que, finalmente, no se dieron). Entonces, por eso mis expectativas están enfocadas al día de mañana. Y si no, la vida sigue su curso. El gran objetivo que tenemos todos ahora es salir de la pandemia, no hay que perderlo.
Más información
“Contactado” fue estrenado en el Festival de Cine de Tribeca y ha participado en otros 15 festivales. Se puede ver gratis y al aire libre hasta el 12 de noviembre, en diferentes puntos de Lima.
Jueves 28: Británico Cultural (Calle Bellavista 531, Miraflores), 6:30 p.m. Viernes 29: Teatro Arena y Esteras (Sector 3, Grupo 24, Mz, “E” lote 9 - 20, Villa EL Salvador), 6:30 p.m. Sábado 30: Parque Reducto N° 2 (Ramón Ribeyro 490, Miraflores), 6:30 p.m.
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