Doris Day lo tenía todo para triunfar: podía cantar, bailar y actuar. Pero era su ángel, su aspecto dulce y cercano, lo que encandiló a Hollywood, que la convirtió en la 'good girl' de las comedias románticas. Estrella de los años cincuenta y sesenta, Doris Day, la niña inocente, aquella que todo hombre en edad de matrimonio quería presentar a su madre, falleció la mañana del lunes, a los 97 años.
►Doris Day, la estrella del Hollywood clásico, murió a los 97 años
Doris Mary Ann von Kappelhoff nació en Cincinnati, el 3 de abril de 1922. Pero su nombre artístico, Doris Day, empezó a brillar en el filme “Embraceable You” (1947) y ya había atraído al caprichoso Alfred Hitchcock, quien la convocó en 1956 para el estelar de “El hombre que sabía demasiado”. El éxito lo alcanzó al lado de Rock Hudson con “Pillow Talk”, cinta dirigida por Michael Gordon, consolidándolos como la pareja químicamente perfecta. A partir de este filme, por el que recibió un Golden Globe y su única nominación al Oscar como Mejor actriz, ella encarnaría a la chica moderna y agresiva, aunque aún aferrada a la seguridad del matrimonio como destino en filmes como “Lovers Come Back” (1961) o “That Touch of Mink” (1962).
—La comedia amable—En esos años, Doris Day corrió sin competencia protagonizando el resucitado género de la comedia romántica, con papeles en que debía defender su virginidad de la lascivia masculina. Siempre llevando artificiosos peinados y vestidos sofisticados, la actriz se confundía con la estética de sus elegantes escenarios. Podría decirse que, más allá de su calidad actoral, fue también una extensión del diseño de producción.
En los años del código Hays, la censura había mutilado el arte de la seducción, pero no había logrado prohibirlo. Cuando el poder de la imaginación lo era todo, Doris Day se mantuvo como la virgen intacta para la imaginación de un país. Recién en 1976, tras publicar su autobiografía, provocó un mediano escándalo al revelar su profusa colección de romances y cuatro divorcios, algo que no concordaba con la imagen que sus espectadores se habían forjado.Un problema de espalda le obligó a retirarse prematuramente. En 1968, tras rodar “El novio de mamá”, rechazó todo papel protagónico así como cualquier aparición en actos de Hollywood. Se mantuvo en pantalla con “The Doris Day Show”, programa de TV al aire hasta 1973. Diez años después, reapareció para grabar la serie “Nostalgia”. Lo último que sabíamos de la actriz era la publicación, a los 89 años, de “My Heart” su álbum musical número veintinueve. En 2014, desde su casa en Carmel, California, saludó a sus seguidores al cumplir 92 años. Eso, y un acto de su fundación en defensa de los animales pocos días después, fueron sus últimos actos públicos. Nunca más se le volvió a ver.
Ciertamente, el humor es una de las expresiones humanas que más y peor envejecen. El que representó Doris Day, amable y de censurada sexualidad, nos sabe algo rancio actualmente. Asimismo, su imagen como impoluta ama de casa, casta embajadora del sueño americano y virgen oficial de América resulta anacrónica en tiempos de empoderamiento feminista. La frivolidad de sus filmes impide leerlos como una sátira sobre el papel de la mujer de su tiempo. Sin embargo, sus blancas comedias renacen si las comparamos con el conservadurismo que marcaría el género en los años noventa. Difícil calzar los tacones de la casi centenaria actriz.
Otras divas de la comedia románticaMarilyn MonroeLa estrella más mediática y glamorosa de la edad de oro de Hollywood y símbolo para muchas mujeres de la época. Fue el director Billy Wilder, quien la dirige en “La tentación vive arriba” (1955) quien le permitió dar rienda suelta a toda su vis cómica.
Meg RyanCabello rizado y rubio, ojos azulverdosos y gran capacidad para emular un orgasmo en medio de una cafetería frente a Billy Cristal, como lo muestra la memorable “When Harry Met Sally” (1989). La actriz de sonrisa perfecta se convirtió en la novia del cine norteamericano a finales de la década. Una heroína romántica para tiempos en que el ideal romántico estaba en crisis.
Julia RobertsUna actriz multifacética, con un paso por la comedia romántica arrollador. Películas como “Un lugar llamado Nothing Hill”, “La boda de mi mejor amigo”, “Novia fugitiva” o “Comer, Rezar y Amar” son las claves de su prestigio.
Demi MooreAunque sus papeles resultan siempre cambiantes, quizás la película que marcó más nuestra memoria fue la inverosímil “Ghost”, de lejos, su película más vista. Nadie olvida la escena (tantas veces parodiada luego) en que sus manos y las de Patrick Swayze se sobreponen modelando una taza de arcilla. Mientras el fantasma pone la angustia, la actriz nos regala ternura y fragilidad.
Audrey HepburnUna de las pioneras de la comedia romántica: un estilo siempre actual, belleza natural y personalidad independiente. Es la heroína romántica que aún nos seduce en filmes como “Desayuno en Tiffany's”, “Sabrina”, “My Fair Lady”, “Vacaciones en Roma” o “Un encuentro en París”.
Michelle PfeifferUna actriz camaleónica, pero que en el género de la comedia romántica toca el cielo en el filme “Frankie & Johnny”. Es la mujer con un pasado o una maldición inconfesable, de nos hace suspirar en “Lady Hawk”, “La edad de la inocencia”, e incluso como la Gatúbela del Batman de Tim Burton.
Sarah Jessica ParkerAunque su carrera en el cine no es tan prolífica, en la televisión, su papel como la escritora neoyorquina Carrie Brodshaw en “Sex and the City”, escribiendo a diario sobre su vida, sus amores y lo que le seduce de la Gran Manzana fue un verdadero manual para el empoderamiento sexual de las mujeres en los 90.
Drew BarrymoreEn películas como “Cenicienta”, “El chico ideal” o “Jamás besada”, la última niña criada en Hollywood encontró un nicho en el mercado como heroína de la comedia romántica. Su rostro inocente para una mirada, a veces divertida, a veces perversa, nos sigue inspirando.