Es una película que explora hasta dónde es capaz de llegar el ser humano en una situación extrema. En “Animal”, Guillermo Francella es un tipo acomodado y ordenado que trabaja en un frigorífico y que requiere un trasplante de riñón. Él respeta el sistema. Pero la realidad le da la espalda. El donante no aparece. Desesperado, el protagonista recurre a Internet y al mercado negro. Todo se enreda y distorsiona. Es un relato basado en nuestras miserias, egoísmos e instinto de supervivencia.
Dirige este filme el realizador argentino Armando Bo, quien ganó un premio Óscar por ser miembro del equipo de guionistas de “Birdman”, del cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu.
Ya no sorprende ver a Guillermo Francella en papeles dramáticos o incursionando en circunstancias tenebrosas. Su reinvención actoral en el cine es notable. Él asegura que desde hace tiempo no lo llaman para trabajar en la televisión, donde supo destacar con sus roles cómicos y pícaros en programas como “Poné a Francella”.
REFLEXIONES Y MADUREZEl intérprete de 63 años atiende la llamada telefónica de El Comercio. Francella comenta: “Cuando leí el guion, la película me sedujo. Era un universo por el que jamás he transitado. Me pareció vital escuchar qué quería el director. Fue un proceso de ensayo muy interesante para llegar al rodaje con las herramientas suficientes. Era un personaje difícil, un tipo totalmente estructurado que cumplió las reglas toda la vida, con una familia ideal, con niños en la edad escolar. Pero su salud involuciona y él entra en una espiral dramática que lo lleva a esta locura de buscar el órgano por sus propios medios [...] En la Argentina nunca se habían metido con el tema del trasplante. Creo que la película habla un poco del sistema tan complicado de la donación [...] Hay gente que lleva 10 años de espera de un órgano”.
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En cuanto a los comportamientos desconcertantes y sorprendentes en una situación límite, él afirma: “No sé si todos tenemos un animal adentro, pero todos tenemos esos dobleces que pueden ocurrir en un momento. Yo creo que estoy en las antípodas de ese ser humano, pero no sé qué me puede suceder en una situación en la que se me va la vida”.
El actor también se refiere a su reinvención en la pantalla y en el drama: “La comedia es un género que amo, pero también estaba en una búsqueda de contenidos antagónicos para poder explorar algo diferente desde lo interpretativo. Era una necesidad mía. Fue un proceso muy placentero. Hacer ambos géneros era un poco mi sueño. No tiene ningún significado para mí dejar uno para agarrar el otro. Al contrario: con verosimilitud se puede transitar holgadamente por ambas cosas. Lograr eso, siempre y cuando tengas un texto que ayude y que –como en el caso de la comedia– no tengas que apelar solamente a la gracia personal para la risa, sino que una situación te acompañe para provocar en el espectador lo que uno anhela, tiene que ver con un gran texto detrás”.
LA EVOLUCIÓN DE FRANCELLA EN LA PANTALLA GRANDE
“El secreto de sus ojos” (2009)Hay una secuencia memorable en el filme: cuando el personaje de Francella se da cuenta de que el fanatismo pelotero por Racing es la última pista y esperanza para atrapar a un asesino.
“Corazón de león” (2013)El actor encarna a un tipo carismático que mide 1,36 m y desafía prejuicios. Este éxito se ha convertido en una franquicia. Existen versiones de este relato hechos en Colombia, Francia y Perú.
“El clan” (2015)Una cinta basada en sucesos reales. Francella da vida a un hombre cerebral y maquiavélico: el secuestrador Arquímedes Puccio. Una excelente actuación en una película dispareja.