“Entonces, la llevé a la casa, la puse sobre las rodillas y le di una buena paliza”. Esta es una de las tantas descripciones que María von Trapp –la mujer que inspiró la dulce cinta “La novicia rebelde”– escribió y que, recientemente, la investigadora de la Universidad de Salzburgo, Sabine Veits-Falk, ha decidido publicar.
Se trata de una investigación que la catedrática ha venido realizando desde hace buen tiempo y que se sustenta en la autobiografía de Von Trapp y en el análisis que la filóloga Renate Langer hizo de ella en el 2001. Y sus conclusiones ponen en tela de juicio todo lo que se conoce sobre la famosa institutriz.
Pero Veits-Falk no hizo pública esta información por antojo, sino como respuesta a una iniciativa de la ciudad austríaca de Salzburgo, en donde vivió María y se filmó “La novicia rebelde” (1965), cinta protagonizada por Julie Andrews. Allí, un concejal quiso rendirle honores a Von Trapp y ponerle su nombre a una calle, una iniciativa que ha sido rechazada por la comuna de Salzburgo.
Veits-Falk explicó a la agencia EFE: “Hoy día está prohibido en Austria cualquier tipo de uso de la violencia como método educativo. Desde el 2011, la Convención de los Derechos del Niño de la ONU establece que debe protegerse a los niños de cualquier tipo de violencia, maltrato o abandono”.
–A cocachos aprendí–Con la nueva evidencia expuesta por Sabine Veits-Falk, la supuesta rebeldía de la institutriz no sería más que una licencia que se tomó la película. Por el contrario, la verdadera María von Trapp habría sido más tradicional de lo que los seguidores del filme hubieran imaginado.
Aun así, las imágenes que se ven en “La novicia rebelde”, con una protagonista radiante tocando la guitarra y los hijos del capitán Von Trapp cantando sentados en la cima de un monte, difícilmente serán desplazadas de la memoria colectiva.
Por el momento, el homenaje a María von Trapp ha quedado en foja cero y la comuna de Salzburgo está planificando cómo evitar que este descubrimiento no sea tan perjudicial para su industria turística.