Cuando este domingo se celebre en el hotel Beverly Hilton de Los Ángeles la ceremonia de entrega de los premios Globos de Oro, compartiendo mesa con actores de la talla de Robert Redford, Tom Hanks o Leonardo DiCaprio estará un intérprete de origen guatemalteco que se ha convertido en el actor de moda en la meca del cine.
Se trata de Oscar Isaac, quien ha sido nominado a los premios que entrega la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood en la categoría de mejor actor de comedia o musical gracias a “Inside Llewyn Davis”, la última película de los hermanos Coen, en la que da vida a un cantante de folk fracasado.
Con ese papel, Isaac -quien lleva cerca de una década dedicado al mundo de la interpretación y cuenta con una veintena de películas a sus espaldas- ha logrado que la crítica se rinda a sus pies no sólo por su actuación, sino también por su habilidad para cantar y tocar la guitarra.
Además de los Globos de Oro, Isaac ha sido nominado, entre otros, a los Independent Spirit Awards, y algunos confían en que, aunque se trata de un año con grandes interpretaciones masculinas, el 16 de enero dé la sorpresa y su nombre aparezca entre los nominados al Oscar.
Opte o no a la preciada estatuilla dorada, a este actor de 33 años, al que desde hace unos meses no dejan de lloverle las ofertas, le auguran un futuro prometedor en Hollywood.
DE GUATEMALA A NUEVA YORK
Oscar Isaac -cuyo verdadero nombre es Oscar Hernández- nació en Guatemala de padre cubano y madre guatemalteca. Siendo un niño, su familia se trasladó a Estados Unidos y se afincó en la ciudad de Miami, en Florida.
Su primera pasión fue la música. A los 12 años empezó a tocar la guitarra y de adolescente formó su propia banda de ska-punk llamada The Blinnking Underdogs.
Tras acabar la escuela empezó a interesarse por el mundo de la actuación y decidió cambiarse de apellido parta evitar que lo encasillaran en papeles de latino.
Más tarde se mudó a Nueva York y -sin dejar de lado su pasión por la música- con 21 años logró que lo admitieran en la prestigiosa escuela Juilliard. Allí, según asegura, lo prepararon para el competitivo mundo de la interpretación.
Desde que se graduó, Isaac no ha dejado de trabajar. Apareció en la serie televisiva “Law & Order: Criminal Intent” y más tarde en películas como “Body of Lies”, junto a Leonardo DiCaprio, “Agora”, junto a Rachel Weisz, y “Drive”, junto a Carey Mulligan, con la que también comparte la pantalla en “Inside Llewyn Davis”.
También se lo pudo ver en “Robin Hood”, de Ridley Scott, y en “E.W.” dirigida por la cantante Madonna, quien no dudó en hacer pública la atracción que sentía por Isaac.
Pero pese a haber participado en proyectos protagonizados por grandes estrellas de Holywood, no fue hasta que se cruzó con Joel y Ethan Coen que su carrera profesional dio un vuelco.
Mientras filmaba una producción independiente se enteró de que los Coen estaban buscando al protagonista de su próxima película, un falso biopic sobre un cantante de folk frustrado que merodea por el Greenwich Village de Nueva York de la década de los años 60.
Según asegura el propio Isaac, estaba convencido de que ese papel, “para el que se había estado preparando toda la vida”, tenía que ser para él.
Pasó todas las pruebas de casting necesarias y les demostró a los Coen que, además de actuar, era capaz de cantar y tocar la guitarra con solvencia. Lo demás ya es historia.
UN ANTES Y UN DESPUÉS
“Isaac ha trabajado bastante en los últimos años, apareciendo en varios filmes relevantes, pero en la película de los hermanos Coen ha tenido la oportunidad de mostrar no sólo su talento para la actuación sino también para la música”, explica Nigel Smith, editor de la publicación de cine Indiwire.
“Nunca había tenido un papel protagonista como este y hay que decir que está estupendo. Carga la película a sus espaldas. El que fuera recibida tan bien por la crítica demuestra su habilidad como actor y el carisma que tiene”, dice Smith en conversación con BBC Mundo.
“Comparte la pantalla con actores consagrados y se roba las escenas. Su actuación creo que se puede comparar con la de Frances McDormand en 'Fargo'. Le van a llegar muchas ofertas después de esta película”.
Jeremy Key, editor en EE.UU. de la revista especializada Screen International, también considera que habrá un antes y un después en la carrera de Isaac tras “Inside Llewyn Davis”.
“Los hermanos Coen estuvieron bastante tiempo buscando al protagonista de la película y empezaron haciendo audiciones a músicos, aunque se dieron cuenta de que a muchos les faltaba la capacidad de actuar”, le explica Kay a BBC Mundo.
“Así que empezaron a buscar actores con habilidades musicales e Isaac es alguien que, según me contaron los propios Coen, les impresionó desde el primer momento”, añade el periodista.
“Tuvo que aprender a tocar la guitarra de una manera muy complicada, como lo hacían los músicos de folk de los años 60, para que su interpretación fuera realista. Sus habilidades tanto interpretativas como musicales le hacía la persona perfecta para este papel”.
Smith y Key creen que, aunque no es imposible, es complicado que Isaac reciba una nominación al Oscar este año debido aque debe enfrentar la competencia de actores de la talla de Robert Redford, Bruce Dern, Tom Hanks o Matthew Mcconaughey.
“Cualquier otro año seguro que recibiría una nominación pero este año es más complicado”, comenta Nigel Smith.
Pase lo que pase el próximo día 16 de enero cuando se anuncien los candidatos al Oscar, los Coen ya le hicieron a Oscar Isaac su regalo más preciado: una película que lo ha situado ahí arriba, junto a las estrellas más brillantes del universo del celuloide.