Fue una decisión voluntaria. En 1997, al contraer matrimonio con Václav Havel, presidente de República Checa por ese entonces, Dagmar Havlová, conocida actriz formada en el Conservatorio Estatal de Brno y en la Academia de Artes Musicales de Janacek, en Brno, y con una inmensa trayectoria fílmica, televisiva y teatral –más de 50 películas, 200 apariciones en televisión y otro tanto en obras teatrales–, puso en pausa su carrera artística como lo hizo en su momento Nancy Reagan en Estados Unidos y, más recientemente, Carla Bruni en Francia y Angélica Rivera en México. Havlová eligió reemplazar los escenarios y los sets de filmación por las funciones protocolares y la labor social que llegaron con el título de primera dama durante cinco años. No se arrepiente.
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Dedicada a las actividades caritativas y a preservar el legado de quien fue su esposo, Dagmar Havlová llegó el pasado miércoles a Lima para participar de una serie de actos en recuerdo del décimo aniversario del fallecimiento del expresidente checo quien, además de político fue escritor y dramaturgo, un humanista defensor de los derechos humanos. El develamiento del Monumento a Václav, en el Parque Grau de Miraflores; la puesta en escena de la obra teatral “Audiencia”, escrita por Havel; y la exposición de fotografías “Václav Havel, brevemente”, montada al aire libre en el Parque Kennedy, son algunas de las actividades que contarán con la presencia de Havlová. Con una sonrisa en los labios y un pisco sour en mano revela que, a pesar de llevar poco tiempo en el Perú, siente que ya ha vivido bastante. Y “vivir su vida”, dice, es precisamente lo que ella ahora más anhela.
Cuando se convierte en primera dama, su vida profesional quedó congelada.
Fue una decisión muy triste, pero voluntaria. No había leyes en República Checa que me impidieran seguir actuando, pero sinceramente, no hubiera tenido tiempo para la actuación. Sí tengo que decir que echaba mucho de menos el teatro y por eso, después de 11 años, volví con “El jardín de los cerezos”, de Anton Chejov. Creo que fue una decisión que requirió de mucho coraje, fue difícil, casi nadie logra volver al teatro con éxito.
¿Qué tipo de papeles son los que más extraña interpretar?
Tengo una carrera artística muy amplia. He hecho papeles grandes, roles importantes y también he trabajado con los mejores directores de República Checa. He sido Katherine en “La fierecilla domada” de Shakespeare; Juana de Arco en “L’Alouette”, de Anouilh; Lady Macbeth en la adaptación de “Macbeth”, de Eugene Ionesco; también trabajé en “Ama de casa”, de Preiss y “Reina Kristina”, de Strindberg... No extraño ningún papel, siento que ya he cumplido como actriz. A partir de ahora quiero escoger, pero, sobre todo, quiero dedicarme a la actividad caritativa, eso es lo que me interesa. En un futuro, tal vez escribir una autobiografía, pero no lo sé. Sobre mí se han hecho 31 libros y los han escrito gente que ni siquiera me conocía. Entonces, creo que ahora me toca a mí decir algo sobre mí.
¿Ningún papel la tentaría a regresar a escena?
Realmente he hecho de todo. Para aceptar un nuevo papel, este tendría que ser excepcional. Ahora lo que más quiero es vivir porque mi sensación es que no he vivido suficiente. Me gustaría empezar a viajar más, disfrutar más de la vida, hacer cosas cotidianas. Por ejemplo, estoy tomando clases de pintura, llevando un curso de física cuántica, quiero dedicarme a mis nietas también.... lo que me queda de vida, quiero vivir para mí.
¿No le gustaría incursionar en la política?
De ninguna manera. Me han pedido que me postule para la presidencia de la república, pero no. Pienso que he hecho por mi república 99,9% más que otras personas. No me voy a meter a política, eso me costó parte de salud física y psicológica, ya no quiero más.
¿Cómo le gustaría que la recuerden?
Me gustaría que la gente recordara lo que yo he hecho por y para mi país como primera dama e incluso, después de que terminó mi rol. Creamos con Václav una fundación con fines caritativos que es el trabajo que realizo hasta hoy. La Fundación Vize ‘97 tiene como fin principal la educación para jóvenes sin recursos. También se ocupa del medio ambiente, de la prevención de enfermedades como el cáncer y del acceso médico, de los derechos humanos y de la lucha contra la intolerancia racial.
En estos tiempos de coronavirus, confinamiento y distanciamiento, ¿cuál ha sido su cable a tierra?
Justamente este trabajo caritativo que tengo en la fundación. Durante la pandemia, como en todo el mundo, las mascarillas escaseaban y se me ocurrió coserlas y empecé una ola de coser mascarillas en mi país. En la siguiente fase, me dedicaba a distribuirlas en los hospitales a los médicos y a las enfermeras. Yo no tenía mascarillas, pero quería que ellos las tuvieran.
¿Qué rasgo considera que define a los checos?
Somos muy buenos en aprender rápido, respetar las reglas y buscar solución para todo. Se dice que tenemos buenas manos que le damos segunda vida a todo. También somos musicales, emotivos y, en los momentos críticos, somos capaces de estar unidos. Y eso quedó demostrado durante la pandemia, el mundo en general entendió que la única manera de seguir es estando unidos.
El dato: El pasado miércoles se realizó una función especial de “Audiencia”, obra escrita por Václav Havel y dirigida por Vanessa Vizcarra. Con la actuación de Alejandro Córdova y Gabriel González, la pieza teatral se pondrá en escena para el público en general, del 25 al 27 de noviembre en el Teatro de la Alianza Francesa de Miraflores. Entradas a la venta en Joinnus.com.
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