Este es un viaje que debió haberse hecho el año pasado. Fue cuando Carlos Garatea Grau asumió el rectorado de la PUCP. Las restricciones impuestas por la pandemia aplazaron su presentación ante las autoridades romanas.
¿De qué trató esta reunión?
Además de cumplir con el saludo, teníamos que preguntarles cómo veían a la universidad. Formalmente la Universidad tiene un vínculo con la Santa Sede y nuestro Canciller es un miembro de la iglesia, el Cardenal Versaldi. Visitamos a aquellos que participaron en la solución del conflicto con el arzobispo anterior, personas que no conocíamos. Estaban muy contentos con la manera como se había resuelto el tema y absolutamente convencidos de que ese mal rato no debía suceder nunca más. La primera frase que nos dirigió el Papa fue para pedirnos disculpas por los problemas que había ocasionado una ideología que había se había colocado en medio de la relación entre Universidad e iglesia.
Agregó que que él veía que ya se había conseguido la estabilidad que ellos querían y que teníamos que seguir por ese lado. El Papa dijo que la línea de la Universidad debe ser la búsqueda de la verdad. Es un mensaje político muy fuerte.
¿Les hizo algún pedido especial?
Nos pidió que promoviéramos el deporte y el arte. Sobre todo el deporte colectivo. Lo valioso del deporte colectivo, sostenía el Papa, es que en ellos aprendes a convivir y construyes una noción de equipo, en donde la relación con el otro es lo que te permite llegar a una meta. Es algo que necesita el país. El tema del arte va por el lado de la sensibilidad. Si bien nuestra tarea es formar ciudadanos que sepan sus derechos y sus deberes, estos no pueden ser ajenos a la sensibilidad. Esta promueve la creatividad y la innovación, valores que conforman un espacio de libertad.
Esto va a contracorriente de la educación contemporánea, mayormente inmediatista.
En la segunda reunión que tuvimos con el encargado de la cultura en la Santa Sede, este insistió en el tema de la comunicación digital. Es innegable la utilidad que tienen. Eso está fuera de discusión. Oponerse a lo digital es una pérdida de tiempo. Lo que hay que hacer es entenderlo y darle un sentido racional. ¿Qué tipo de persona se está formando a través de las redes sociales? ¿Cómo se debe consolidar el espíritu de sociedad? Aquí radica el verdadero sentido de “la juventud es el futuro”.
Esos chicos son los que nos van a tener que ayudar a resolver el problema que vivimos actualmente. ¿Cuál es la expectativa que tenemos en relación con la sostenibilidad de la sociedad? ¿Y qué estamos haciendo para ayudarlos? Nosotros tenemos estudiantes universitarios hoy en día que nunca han pisado el campus y su profesor es una pantalla. Para tener un futuro tenemos resolver estos dilemas presentes.
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