Clara Sánchez, ganadora del Premio Planeta 2013 por su novela “El cielo ha vuelto”, confesó que le provoca “rabia” cómo la corrupción y el engaño han creado desconfianza y desilusión entre los ciudadanos de España y otros países europeos.
Sánchez, en una entrevista con “Efe” en Ciudad de Panamá, donde estuvo como parte de la gira de promoción del Premio Planeta, dijo que la corrupción es una “lacra tremenda” en España: “Nos ha llevado a quitarnos la venda de los ojos”.
Según la novelista madrileña de origen alcarreño, sucede igual con la sociedad española, que siempre delegaba demasiado en los poderes políticos y perdió la inocencia cuando llegó la corrupción, “frustrando vidas y aniquilando familias”.
Lo que ha ocurrido, añadió, es que “nos hemos dado cuenta de que tenemos que tomar las riendas de nuestra propia vida, leer la letra pequeña que hay en todas partes (...) y nos tenemos que indignar, rebelar y ser muy críticos contra todos esos poderosos que viven de nuestro dinero y que encima nos quieren robar más”.
UN ANÁLISIS DE ESPAÑA
“A mí me provoca rabia. Creo que es indecente lo que se hace con el ciudadano de a pie, el engaño, la desconfianza y la vampirización del ciudadano, de su bolsillo”.
Consideró que “es abusivo completamente, una vergüenza” que el ciudadano medio tenga que pagar la corrupción de los políticos y los desastres económicos de banqueros que gestionaron mal sus bancos.
Es por esto que dice no saber si España saldrá del atolladero económico en que se encuentra.
“No lo sé, porque nos engañan mucho y no entiendo nada”, afirmó, señalando que esto ocurre en toda Europa y puede influir en las elecciones del Parlamento Europeo el 25 de mayo próximo.
En Europa hay desilusión y apatía que pueden llevar a que la gente no quiera votar, “porque no ve alternativas ni nadie que los convenza y que les aporte un pensamiento racional”, apuntó.
LA IMPORTANCIA DE LOS PREMIOS
Por otra parte, la ganadora del Premio Alfaguara de Novela 2000 por “Últimas noticias del paraíso” y el Premio Nadal 2010 con “Lo que esconde tu nombre”, habló de la importancia de estos galardones para su obra, de las nuevas tecnologías y los libros, así como de las mujeres y la literatura.
Sánchez le otorga “mucha importancia” a los premios, poniendo como ejemplo el Nadal, que le “abrió las fronteras” a otras lenguas y que en Italia le ha permitido vender un millón de ejemplares de la obra premiada.
“Para mí, los lectores son fundamentales, porque en el fondo lo que queda, lo que existe, es el libro y sus lectores. El autor desaparece, pero el libro y los lectores quedan”, afirmó.
Sobre la tecnología y el fenómeno de los teléfonos inteligentes, la autora española lamentó que enganchen de manera adictiva a la gente y que estén “sustituyendo de una manera muy alarmante a la lectura”.
Recordó que antes en Madrid se podía ver a las personas que leían mucho en los transportes públicos, en el metro y en el autobús, y ahora, dijo, “veo a todo el mundo ensimismado en internet en su celular”.
¿MENOS LECTORES?
Aún así, Sánchez cree que la tecnología y los libros pueden llegar a convivir a través de plataformas como el Kindle, que puede ayudar a salvar la lectura, pero reconoció que la ventaja del papel “hoy por hoy” es que no necesita pilas y es autónomo.
“La cuestión -opinó- es que se lea, que se lea, el soporte da igual, que sea el papel o lo que sea (...), aunque, si la lectura se salva por el Kindle, pues salvemos el Kindle”.
En cuanto a las mujeres y la literatura, Sánchez señaló que, “afortunadamente”, gran parte son lectoras y han ayudado a que muchas escritoras hayan “salido de la oscuridad”.
Pero de todos modos, afirmó, “los grandes honores, las grandes palabras y las grandes medallas suelen ser para los hombres”.