La voz de Yma Súmac era interpretación de la naturaleza, reinvención de lo nuestro, trino del futuro. Era, también, sincretismo cultural colorido y multirrítmico. Esta es la idea que ha rescatado la Embajada de Estados Unidos en el Perú para recordar a la artista -nacida en 1922- que llevó nuestra cultura por el mundo e hizo de Norteamérica su residencia.
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Para la tradicional celebración del Mes de la Herencia Hispana de este año, la sede diplomática ha querido reivindicar la figura de una artista magnífica que el día 13 hubiera cumplido 100 años. Tan importante conmemoración ha tenido como resultado que, por primera vez, se intervenga la fachada de la embajada norteamericana con un mural. Aquel muro gris que puede representar una distancia, nos acerca esta vez como puente hacia el arte de una cantante eterna.
Para ello, se ha reunido el talento de artistas diversos en un mural que ha querido ser adecuado homenaje y que podrá ser disfrutado en la cuadra 17 de la transitada avenida La Encalada, en Surco. Si pasan por allí y ven un rostro llamativo y colorido, con alegre vestuario y rodeado por imágenes que nos remiten a la naturaleza y a las amplias posibilidades de la cultura peruana y se preguntan ¿Quién es?, podrán leer allí mismo que se trata de la peruana más universal de todas, la única con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood: Yma Súmac.
“Esto es más que tener una obra de arte bonita –nos dice Edward Cox, agregado adjunto de Cultura de la embajada norteamericana-. La idea es que simboliza la relación larga y sólida que tenemos entre nuestros dos países, y no solo entre los gobiernos. Obviamente, trabajamos en muchos ámbitos juntos, pero también está la relación entre nuestros pueblos, de pueblo a pueblo, de cultura a cultura y el cómo se unen. Yma Súmac es un icono para los peruanos, y también para los norteamericanos. Es, justamente, uno de esos puntos donde se unen nuestras dos culturas”.
Para Vanessa Wagner, especialista cultural senior de la sede diplomática, “Yma es una mujer empoderada, relacionada a los temas de equidad de género, una mujer que se reinventó, viajó, luchó, salió adelante, se hizo ella misma”.
Herencia multicultural
“El trabajo de la artista ecuatoriano-estadounidense María “TooFly” Castillo se caracteriza por retratar mujeres empoderadas, luchadoras –cuenta Wagner sobre la elección de los artistas participantes, que han trabajado el mural durante 4 días-. Conrad Flórez, por su parte, tiene a la naturaleza siempre presente en su trabajo. Veremos en su mural la presencia de unas aves que se asocian a las cualidades vocales de Yma. También sentimos que era importante contar con la participación de mujeres shipibo-konibo, para que nos den un punto de vista sobre Yma Súmac desde su perspectiva de pueblos originarios. Tenemos lo urbano, lo latino, lo indígena. En suma, este es un mural por la herencia cultural”, indicó la funcionaria.
“Estoy muy orgullosa de este proyecto, porque ha sido una oportunidad de colaboración entre las mujeres muralistas Shipibo-konibo y Conrad, un estupendo artista urbano de Lima. Ha sido especial trabajar con los peruanos, conocer su cultura y hacer el homenaje a Yma juntos”, nos dice TooFly, artista de origen ecuatoriano radicada en Brooklyn, considerada una de las pioneras de la movida femenina urbana en el continente. “Yo no conocía quién era Yma. Conocerla fue aprender de ella y admirarla por lo que hacía con su voz, que parecía como de un ave. Para mí es importante porque siempre quiero pintar mujeres fuertes con poder que se representan en el mundo como ellas quieren. Me enfoqué en una mujer “estilo TooFly”, pero que se identifica como Yma Súmac, inspirada en los atuendos que usaba, representando a la cultura peruana indígena”, indica la artista.
Para Conrad Flórez, es importante dar un mensaje desde y hacia la cultura, y hacerlo en la calle, como en esta oportunidad, puede ayudar a transmitir el arte de Yma a nuevas generaciones. “Por haber sido pionera en llevar nuestra cultura a distintos lugares fuera del país, a Europa, Estados Unidos, Asia, lograr que eso trascienda y que la gente lo valore aún hoy, en una época tan difícil. En mi contribución a este mural la rodeé de plantas y animales que representan vida, esencia y alma de nuestra naturaleza, del planeta, porque siento la presencia de la naturaleza en el canto de Yma Súmac”.
En la selva sí hay estrellas
Sadith Silvano, Jessica Silvano, Cordelia Sánchez y Silvi Ricopa son integrantes de Soi Noma, un colectivo que integra a 12 mujeres muralistas de la comunidad shipibo-konibo de Cantagallo. Sus dibujos están inspirados en el Kené, diseño sagrado que fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación. “A través de este diseño, y gracias a la visibilización que oportunidades como esta le dan a nuestro trabajo, las mujeres shibipo-konibo nos hemos empoderado”, nos dice Sadith Silvano. “Es importante que otras mujeres vean que a través del arte y del conocimiento ancestral uno puede salir adelante. Yma Súmac nos deja un ejemplo de cómo seguir cultivando la herencia cultural”, afirma Silvi Ricopa en lengua shipiba. Ella, además de su destreza como muralista, tiene también un talento innato para el canto. “Nosotros, con nuestra cultura ancestral; ella, con su voz, visibilizamos la cultura peruana a través de diferentes artes”, agrega Jessica Silvano. Para Cordelia Sánchez, Yma “representa a todas las mujeres, no importa que sean de culturas diferentes”.
“El Perú es muy diverso y aquí en el mural hay una muestra de su diversidad”, retoma Sadith Silvano. “Esto se plasma a través de diseños contemporáneos shipibo-konibos. Estos diseños no tienen un patrón, sino que vienen de la inspiración, a través de las plantas medicinales con las que desde niños nos cura nuestra abuelita, madre o hermanas. Esto representa la protección, el diseño sagrado, el diseño de terapia, de liberación, de sanación, sobre todo el diseño canto ícaro, que viene desde la medicina tradicional que es la ayahuasca. No se ve, pero nosotros lo imaginamos. Estos diseños los hacemos entonando sus cantos sagrados y nos liberamos, realmente, porque te conectan con la madre naturaleza, con el agua, con la tierra que nos da el alimento”.
De este modo, el arte, el canto y la música también pueden enriquecer, ser curativos y reivindicar a una figura magnifica como Yma Súmac en el año 100 de su nacimiento.
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