Tres estrellas espejean en su sombrero de media luna y pareciera que el cielo entero relumbra en su cabeza. Su pantalón es ancho y un cinto de balas le parte el pecho en diagonal. Invade granjas, saquea comercios, mata a los hacendados. Pero reparte su botín entre los pobres. Dos alforjas esmaltadas con monedas de oro descienden de sus hombros. Un fusil y una espada en cada mano. Toda una tenida perfectamente teatral para convertir a Pernambuco y otros cinco estados del noreste del Brasil en su reino de sangre y fuego.
Le llaman 'Lampião', lámpara, porque el cañón de su rifle brilla como brasa sobre fuego. Hunde el diente de oro en serpientes cascabel y se burla de la autoridad con ingenio: se pone las alpargatas al revés, de manera que sus huellas apuntan siempre en dirección opuesta a la de su fuga. Temido y amado por igual, será finalmente ametrallado, muerto y decapitado junto a María Bonita, su amada. Las autoridades exhibirán ambas cabezas momificadas durante 30 años en el Museo Nina Rao de Bahía.
Todo lo cual tendría importancia igual a cero si el bandolero no rasgara una guitarra: “Olé, mujer encajera / olé, mujer todo encajes / la pistola en el bolsillo / y el fusil en el morral / no llores porque te quedas / pues no te puedo llevar / el fusil de 'Lampião' tiene cinco lazos de tela / y en el lugar donde habita / no faltan chicas bonitas”. Esa es la historia de “Mulher rendeira”, himno de guerra creado por el compositor, bailarín, divulgador del xaxado, cantor de sambas, ladrón y asesino múltiple Virgulino Ferreira da Silva (1897-1938), 'Lampião' para los amigos.
VAPOR DEL CUERPODesde aquel amanecer de 1927 cuando la compuso en Mossoró, acompañado por 50 colegas asaltantes de caminos ('cangaceiros'), “Mulher rendeira” ha prolongado sus notas mucho más allá de ese cuadro que se pinta solo: el horizonte del 'sertão'. Del núcleo genitor ‘Lampião’ y Volta Seca a las versiones brazucas de Luiz Gonzaga, Vanja Orico y Milton Nascimento. Del “O'Cangaceiro” de Joan Baez a “The Bandit” de The Shadows y la versión orquestada de The Browns. Un desborde global a partir de la interpretación de Alfredo Ricardo do Nascimento, 'Zé do Norte', para la banda sonora de la película “O Cangaceiro” (1953).
Esta última es la versión que hace girar el limeño Alberto Maraví como disc jockey de Radio Tupi en Sao Paulo, mientras entrevista al mismísimo 'Zé do Norte'. Avispado, aprovecha la oportunidad y le pide autorización anticipada para reeditar el tema en el Perú, cosa que cumpliría una década después, en 1972, apenas al fundar la disquera Infopesa. ¿Los intérpretes? Un anónimo colectivo pucallpino ávido de conocer Lima. Maraví les pone pasajes y estadía a cambio de apretar el botón REC de su poderosa grabadora de 8 canales.
“Nunca había visto a tanta gente bailar de manera tan desenfrenada al ritmo de la música. Del local donde tocaban Juaneco y su Combo salía una especie de humareda, la euforia se traducía en un vapor corporal tan denso que casi me asfixio. Quedé tan impactado con el conjunto que no podía sino grabarlos. Fueron cuatro días intensos, especialmente los dedicados a afinar la versión de 'Mujer hilandera' que yo traduje”, dice Maraví a sus venerables 82 años, feliz de insuflarle un segundo aire a la vieja prensadora de vinilo que creía muerta.
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NIGROMANCIA DIGITALFueron nueve mil esféricos de aluminio bañados con acetato los que salieron desde la casa matriz de Infopesa y se agotaron en las discotiendas. Hubo que conseguir más nitrocelulosa. Hasta inundar el mercado con otras 55 mil rodajas que al girar derramaban una embriagadora mezcla de cumbia colombiana, ritmo amazónico y el más dulce pop surf vocal. Y si Los Mirlos ya tenían un reino consolidado, con Juaneco y su Combo llega todo el sortilegio, seducción y espiritualidad charapa a la cumbia peruana.
Cubriéndose el cuerpo con textiles shipibo-konibo, la banda de los Wong Popolizio treparía, rápidamente, hasta las cimas de la popularidad a partir de ese primer 'long play', “El gran cacique”, inédita psicodelia que se vierte desde el diapasón de Noé 'El Brujo' Fachín, tempranamente muerto junto a otros cuatro miembros de la banda cuando su avioneta se estrella en la misma floresta a la que cantaban. Juaneco Wong, Wilindoro Cacique, Rosendo Hidalgo y Juvencio Pinchi se salvaron gracias a una oportuna llamada de Infopesa para hacer fotos promocionales en Lima.
Lo cierto es que ese mismo disco de 12 surcos –“Mujer hilandera” abriendo trocha para las emblemáticas “Me robaron mi runa mula”, “Vacilando con ayahuasca” y “Agüita de Sachachorro”– es remasterizado digitalmente a partir del cromo original para un tiraje limitado de 200 copias en negro y 150 placas manchadas con los colores del huairuro. Para que el empate entre el ruido rasposo del 'sertão' brasileño y el lúbrico discurrir de los manantiales pucallpinos perpetúe en goce de timbales, electricidad en las caderas, fiesta de pies desnudos.
DISCOGRAFÍAEl Gran CaciqueEn 1972 Infopesa lanza este LP con temas como “Mujer hilandera” y “Vacilando con ayahuasca”.
Ven a bailar con Juaneco y su ComboEn 1979, dos años después del accidente aéreo que costó la vida de varios integrantes de la banda, se lanza el célebre “Ya se ha muerto mi abuelo”, contenido en este LP.
No se ha muerto mi abueloWilindoro Cacique lidera el lanzamiento de este LP en el 2009, bajo el sello Traumfabrik.