Ángela Ramos (1896-1988) fue una luchadora acérrima por dar una voz a las mujeres y a los oprimidos a través del periodismo, una mujer de izquierda, amante de la libertad y con completa entrega social que pasó su vida luchando por aquellos perseguidos.
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El 6 de junio de 1896, Ángela Ramos Relayze nacía en el puerto del Callao. Sus padres fueron Francisco Ramos y Rosa Relayse. De la figura paterna es de donde acogió su gusto por la lectura y formó su carácter.
En sus inicios fue secretaria de la Pacific Steamship Navigation Company durante 4 años. En dicha compañía también trabajaba su padre pero fue despedido con una indemnización mínima, supuestamente para evitar pagarle una jubilación. Este hecho la marcó de por vida.
Debido a los abusos que sufría dentro de esta compañía inglesa, Ángela Ramos incursionó en lo que sería su profesión de por vida: el periodismo. En 1918, llena de descontento y decepción, escribió una carta reclamando un aumento y la tituló “El sufrimiento de la mujer que trabaja”. Zoila Aurora Cáceres, escritora, periodista y feminista peruana, más conocida como “Evangelina”, la conectó con el periodista Óscar Miró Quesada. Más adelante, esta misma carta fue publicada en el diario “El Comercio”. De esta manera fortuita, Ramos probó del periodismo para no dejarlo nunca más.
Lo que comenzó con una carta de reclamo terminaría convirtiéndola en la primera reportera peruana de la historia y le daría experiencia escribiendo en “Amauta”, “Variedades”, “Mundial”, “La Prensa”, “La República”, “La Crónica”, “El Tiempo”, “La Noche”, en el semanario “Cascabel” y en “El Comercio”.
Y no solo eso, pronto se convertiría en narradora, poeta y escritora de otros géneros, según nos comenta Diana Miloslavich Tupac, feminista y activista, y una de las personas que conoció en persona a Ángela Ramos.
“Intentó llevar al periodismo lo que pasaba con la vida de las personas en lo económico, social y político. Además, trabaja sus numerosas entrevistas con visitas culturales que llegan a Lima en esos años. Ella nunca dejó de escribir sobre lo que acontecía, pero también escribió cuentos y poesía. La importancia (de Ángela Ramos) es muy grande, tuvo la influencia de otras feministas de la época que son poco reconocidas”, explica Miloslavich.
También resalta el interés de Ángela Ramos por defender a los oprimidos en las cárceles y la explotación de los obreros. Incluso, pidió al gobierno el cese de la Ley de la Vagancia porque se aprovechaba de los sectores más pobres de la población. Por último, tuvo una increíble influencia en el voto femenino, por lo cual se sintió muy orgullosa.
“Rescato su preocupación por los hombres y mujeres en las cárceles del Perú, les dedicó la vida. Contó con el apoyo de todos los líderes de comunicación con los que ella trabajó. En relación al voto, me parecen importantes las crónicas que escribió cuando nosotras conseguimos el voto, el sufragio femenino. Al final de su vida, cuando le preguntaron cuáles fueron las cosas más importantes de las que le había tocado ser testigo, ella señala que es el voto de las mujeres”, cuenta Diana Miloslavich.
Estos temas no fueron los únicos que denunció Ángela Ramos. Se interesó por la calidad del periodismo y el respeto a los niños para combatir la violencia de sus padres. Incluso, fue presa por defender también a los presos políticos. En 1931, en busca de esa lucha, se unió al Comité Central del Partido Comunista Peruano. Participó en marchas, agitaciones, propagandas, mítines, por lo mismo que fue encarcelada dos veces, la primera con Augusto B. Leguía y luego con Luis Sánchez Cerro. Ella así lo confirma: “He estado presa en dos oportunidades. Una vez cuando Sánchez Cerro estaba en el poder. En esa ocasión, Zoila Aurora Cáceres fue a pedir por mí y Sánchez Cerro le respondió: ‘¿Ángela Ramos? He hecho todo lo posible por ser amigo de ella y me ha rechazado’. Luego se rectificó y dijo que no había venido a visitarme ni pensaba venir nunca. ‘No me pida usted por ella, porque la quisiera ver colgada en los alambres del tranvía’”, declaró Ramos en una oportunidad.
Ángela Ramos, una persona que se consideraba “rebelde” y afirmaba que “no quería ser domesticada”, tal y como menciona en uno de sus poemas, es un personaje importante para recordar en el marco del Bicentenario. “Ángela Ramos es importante para el Bicentenario porque es una de las figuras más importantes del país y tiene un pensamiento muy avanzado. Conoció la importancia del voto femenino y fue de las pocas mujeres que a comienzos del siglo XX comenzaron a incursionar en la política de nuestro país. Es de esta generación de intelectuales y escritores que son poco conocidos, pero dejaron una gran marca”, finaliza Diana Miloslavich.
Diana Miloslavich, quién asistió al funeral de Ángela Ramos, cuenta que falleció a la edad de 92 años en1988, asegurando que la lucha femenina estaba “recién por empezar”.
Más información
- Ángela Ramos forma parte de la exposición “21 intelectuales peruanos del siglo XX”, organizada por el Proyecto Especial Bicentenario. Puedes visitarla de forma virtual aquí.
- Conoce los perfiles de los peruanos ilustres que se publican cada miércoles en El Comercio, en la sección especial Las mujeres y hombres que construyeron la historia del siglo XX. La próxima entrega será el miércoles 2 de junio.
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