Tres mujeres sobre el escenario. Mujeres que nada tienen que ver una con la otra pero a las que el destino las reúne en una fecha determinada. Se trata de una judía, profesora de historia; una joven palestina decidida a inmolarse; y una norteamericana miembro de las Fuerzas Armadas destacada en la zona de conflicto. Cada una dará su testimonio sobre su propia vida y sus puntos vista sobre la situación árabe-israelí.
Esta es la estructura dramática sobre la que se sostiene “Creoenunsolodios”, escrita por el italiano Stéfano Massini y dirigida por Nishme Súmar. Una obra intensa en sus contenidos, dura en su planteamiento y tremendamente humana en cada palabra. Y que la directora hace suya de comienzo a fin poniendo sobre el escenario una serie de recursos que contribuyen en gran medida a enfatizar el cuadro dramático. Para comenzar prescinde de una escenografía tradicional y se sirve únicamente de algunos objetos para marcar el terreno o servir de apoyo a las actrices. Son más bien algunos elementos visuales y sonoros los que crean un espectáculo sobrecogedor. Por un lado, una serie de imágenes proyectadas; y del otro, el sonido ambiental. Ambos funcionan muy bien. Aunque pudo haberlo utilizado al límite. Tal vez por discreción o inexperiencia, estos elementos se encuentran sobre el escenario y contribuyen con sumo cuidado a enfatizar la tensión. Pero esas proyecciones podrían subrayar con más fuerza las emociones, del mismo modo que el sonido ambiental podría ser mucho más vibrante. Ello contribuiría a un estado de agitación, caos y anarquía sobre el que la desolación de estas mujeres se luciría más.
Porque son precisamente esas mujeres la carga más peligrosa de “Creoenunsolodios”. Urpi Gibbons interpreta con sobriedad a Eden, la profesora de historia. Es ella el personaje ecuánime y aparentemente menos complejo del conjunto. Su posición es la de una profesional realista y que no comparte para nada esa obsesión por la seguridad que tienen muchos de sus compatriotas. Gubbins es directa, persuasiva y se vale de muy pocos artificios para entregar un personaje que finalmente es con quien el público puede identificarse. Su discurso es limpio, sin afectación, íntegro.
Diametralmente opuesta, Kareen Spano invade el escenario como Mina, la norteamericana que cumple una misión militar sin prestar atención al conflicto mismo. Cínica y aparentemente dura, se conduce sobre la zona de conflicto sin sentimientos que impidan cumplir con sus deberes. Spano convierte el personaje en un espectáculo en sí mismo, apelando a un lenguaje corporal inquieto y expresivo. Es válido y su solidez como actriz se percibe a cada instante. Pero lo más valioso en su interpretación es que, además de toda esa coreografía, hay un personaje muy bien trabajado y que, pese a todo, consigue ser conmovedor a su manera. Su Mina es tan sentida que aun prescindiendo de los fuegos artificiales seguiría siendo el mismo personaje.
Finalmente, Jely Reátegui tiene a su cargo el papel de Shirin, la joven palestina proveniente de una clase trabajadora, una estudiante dispuesta a convertirse en mártir. Sin duda se trata de un personaje complejo porque más allá del discurso que pueda ofrecer al espectador tiene un conflicto interno. Pese a su empeño, Reátegui no consigue acercarse a Shirin porque está tan concentrada en ofrecer una buena actuación que sus gestos y pronunciación resultan histriónicas en extremo. De manera que frente a sus compañeras de escenario resulta sobreactuada y sin un ancla que nos convenza de su verdad. Demasiada gesticulación daña un personaje que debe inspirar ternura, emoción, miedo y, sobre todo, verdad. No encuentro nada de ello en su actuación. “Creoenunsolodios” es un estreno teatral que resulta fascinante porque no solamente es buen teatro, es un espectáculo en que el arte y las ideas se funden para nutrir al espectador. Es también el terreno sobre el que los artistas y técnicos que participan encuentran un excelente medio para expresar y poner en práctica sus talentos.
LA FICHADirección: Nishme Súmar.Dramaturgia: Stéfano Massini.Actúan: Urpi Gibbons, Kareen Spano y Jely Reátegui.Lugar: Teatro de la Universidad del Pacífico. Jr. Sánchez Cerro 2121, Jesús María.