El miedo nunca es bueno, pero en estos últimos dos años de pandemia convivir con esta sensación agobiante ha sido inevitable. El pánico a contraer el Covid-19, a estar encerrado, a la muerte o a quedar sin empleo han sido una constante para la mayoría de peruanos. Este cúmulo de emociones expresado en una sola palabra es explorado en “Cuídate de mí”, obra teatral de Eduardo Adrianzén escrita en medio de los estragos provocados por la pandemia y un tenso proceso electoral que, según el ojo crítico del dramaturgo, ha sacado a relucir lo peor del ser humano. “Dentro de todo lo visceral y animal que tiene el hombre, el miedo te lleva a hacer cosas que no te imaginas. Te transformas y pierdes el razonamiento”, señala. El montaje se divide en cuatro momentos que evocan la historia del Perú y sus mayores temores: al poder omnímodo de la Santa Inquisición; al enemigo durante la ocupación de Lima; a lo desconocido, encarnado en la figura de ‘Poncho negro’, líder de las invasiones en los años 50 y 60 que se convierte en la pesadilla de una mujer; y a perder lo más querido.
Con esta puesta escénica Adrianzén regresa a la escena teatral. La última de sus obras llevada a las tablas fue “La eternidad en sus ojos”, en febrero del 2020. Y parte de aquel elenco, Ximena Arroyo y Sonia Seminario, es también quien ahora participa en “Cuídate de mí”, esta vez desde la Asociación de Artistas Aficionados (AAA), sala que el 2005 acogió “Cristo Light”, una de las primeras incursiones teatrales del también actor.
¿Qué significa para usted volver a la presencialidad en la AAA?
Es una alegría. Conozco este teatro desde muy chico y soy muy amigo de Sonia y Ximena. Este es un espacio donde me siento muy cómodo. Me gusta mucho el público que tiene. Es muy agradecido, pero también muy exigente. La verdad, estoy muy ilusionado. Espero que la obra funcione y le guste al público.
De estos miedos que retrata la obra, ¿cuál diría que es el que más identifica a los peruanos?
Posiblemente el miedo al otro. Porque el otro siempre es uno mismo, somos el otro de alguien. Tenemos ese miedo en general a quien no reconoces como parte de tu tribu. Todo aquel que no pertenece a tu grupo es visto como potencial enemigo y sientes que es imposible llegar a un acuerdo con él. El miedo, esa desconfianza es, creo yo, la base de nuestro subdesarrollo.
¿Miedo a lo diferente y en consecuencia a que las cosas cambien?
A lo que crees que es diferente, que te puede hacer daño y te podría obligar a cambiar. Esa es la base de la imposibilidad de poder construir un país con un objetivo en común. Somos un país quebrado, roto, segmentado en varias tribus que impide una integración emocional. El odio hacia el otro hace que no sea posible construir nada. Lamentablemente, creo que esto no se puede solucionar porque se ahonda cada vez más.
¿En qué otros escritos ha trabajado el tema del miedo?
Lo trabajé bastante en la serie “El último bastión” y el año pasado en la obra “Somos Libres”, por el tema de la emancipación. Pero esta vez quería centrarme en el miedo como detonante de lo que podemos llegar a hacer los seres humanos. Me interesa muchísimo este tema porque el miedo en nuestra sociedad es algo que se cultiva, se mantiene, se aviva y se propaga. Existe como una suerte de cruzada de gente que te hace sentir miedo hacia los demás. Ya parece un propósito nacional.
¿Diría que de él se derivan otras taras sociales?
Claro. El racismo, por ejemplo, es el miedo a quien no se parece físicamente a ti y lo consideras peligroso. Es, en realidad, una mezcla de cosas porque en el Perú el racismo tiene que ver con sentirse superior a alguien, pero en el fondo tienes miedo de él. El miedo está en todos lados, en lo político también se puede ver mucho.
¿Cómo ve la relación entre el miedo y el poder?
Un tirano lo que busca es manejar a la gente mediante el temor. Es el dominio por el miedo. Eso me dice que en el Perú ha habido muy pocas tiranías, porque no se le tiene miedo al Estado en sí mismo sino a otras cosas que pueden derivarse de él. La última vez que sentimos tanto miedo fue en la época del terrorismo.
Más información:
“Cuídate de mi” se estrena el 19 de marzo. La temporada va hasta el 3 de abril, los viernes y sábados a las 8 p.m. y los domingos a las 7 p.m. en el teatro de la Asociación de Artistas Aficionados (Jr. Ica 323, Centro Histórico de Lima). Entradas: Joinnus y boletería.
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