La empresa de telecomunicaciones Wow hizo las cosas al revés y funcionó. Iniciaron en Ica en lugar de Lima, empezaron por Nazca en lugar de la ciudad capital y construyeron una red que ahora se encuentra en 22 de los 24 departamentos del Perú, antes de tan siquiera hacer propaganda de sus actividades.
“No es que nos hayamos equivocado o que tengamos preferencias en cuanto a los lugares, sino que somos consecuentes con este país que sigue creciendo al igual que nosotros. Por eso la prioridad siempre fue las provincias, no con un espíritu de diferenciarnos, sino de cumplir con las necesidades del lugar”, comenta el vocero de la compañía Rodrigo Arosemena en entrevista con El Comercio
Antes de llegar a cualquier lugar, Wow verifica la conectividad para asegurarse de dar un servicio que sea de calidad. Inclusive presentando la fibra óptica como uno de los servicios que ofrecen, compitiendo con otras empresas de telecomunicaciones. “Iniciamos operaciones durante la pandemia y desde ese entonces presentamos lo mejor que puede ofrecer el mercado: 100 % fibra óptica para todas las personas”, menciona Arosemena.
Los primeros meses fueron de constante avance a través de los lugares más alejados, procurando expandirse cada vez más al interior del país, manteniendo siempre su enfoque de descentralizar y democratizar el acceso a internet.
“Al final lo que sucede con la llegada del internet es que se desarrolla la comunidad. No se trata de vender, sino tener responsabilidad social, especialmente nosotros hacemos un inciso en la educación”, nos cuenta Arosemena. Es dicho compromiso lo que ahora mantiene a 115 colegios a nivel nacional con acceso permanente a internet, consiguiendo que pueda mejorar la calidad en su formación y ampliar su acceso a la cultura.
Parte del éxito que tiene WOW es exactamente esa inversión social –sin contar sus precios económicos y alto nivel competitivo-, pues creen en que a mayor tasa de personas que se beneficien con el acceso a internet, mayor será la calidad de vida de los usuarios que ya no solo lo usarán para su día a día, sino para todas sus actividades diarias.
“Todo el mundo se meta a Lima por la mayor cantidad de capacidad adquisitiva, pero se olvidan que si las provincias se desarrollan van a conseguir aumentar esa capacidad adquisitiva, lo que hace que se dinamice el mercado”, explica Arosemena.
No solo el apoyo a la educación -además de su proyecto a favor el deporte- forma parte de los planes de Wow en cuanto a su responsabilidad social. Aunque de momento no se concretan proyectos a largo plazo, su primer paso dentro de este ámbito inicia con su apuesta por los Premios Luces 2023.
“Lo vimos como una iniciativa interesante, pues el interés que se tiene por incentivar el desarrollo cultural del país, es un objetivo que va a la par del nuestro por querer expandir el acceso a internet, coincidimos en cuanto a la filosofía”, explica Arosemena, quien recalca la importancia de ambas instituciones. “Hay que darle valor a las apuestas en cualquier ámbito que, más allá de cualquier interés monetario, piense en que este es un país que puede mejorar cada día”, subraya.
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