Aunque Guillermo Capetillo dejó la actuación hace unos años, todavía es reconocido como uno de los galanes favoritos de las telenovelas ochenteras. ¿Cómo olvidar sino su trabajo en “La fiera” o “Rosa Salvaje” al lado de Victoria Ruffo y Verónica Castro, respectivamente? ¿Acaso es posible desligarlo de “Los ricos también lloran”?
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Además del rol de galán, Capetillo aceptó gustoso el papel de villano cuando debió hacerlo como en “Atrapada” o “Amores verdaderos”, demostrando que así como pudo ganarse el cariño del público, también podía despertar su animadversión. Tal era su compromiso con el trabajo, que sorprendió a más de uno cuando decidió dar un paso al costado del mundo del espectáculo.
A pesar de ser uno de los artistas más consagrados de la televisión mexicana y dueño de una versatilidad envidiable, Capetillo se alejó de los sets de grabación para dedicarse a otra actividad completamente distinta: la venta de inmuebles.
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GUILLERMO CAPETILLO SE ALEJÓ DE LAS CÁMARAS
Después de 36 años de haber actuado en telenovelas, Guillermo Capetillo dijo adiós a las cámaras de televisión en 2015. Su última participación en los sets fue con “Lo imperdonable”, en el que interpretó al Padre Juan.
Tras haber desaparecido de la pantalla chica, varios especularon los motivos asegurando que el también cantante y torero estaba endeudado, versión que rechazó de forma tajante el propio actor en una entrevista que concedió al programa Sale el sol.
VENTA DE BIENES RAÍCES
“Cogen chismes por todos lados que desgraciadamente hacen mucho daño. En realidad, no es que haya heredado nada, yo invertí desde el principio en un predio, un patrimonio que por casualidad era de mi papá en ese momento. Lo concreto es que yo quería comprar un rancho y él me ofrece una parte, llegamos a un acuerdo y yo desde entonces le invierto a esa parte los mejores años de mi vida”, manifestó.
Respecto a la nueva actividad que realiza señaló que tiene todos los papeles en regla y que este negocio le da mucha tranquilidad. “Todo en orden ese asunto. De hecho, como te digo, a eso ya me dedico: los bienes raíces y bienes inmuebles”.
Guillermo Capetillo indicó que como en la zona donde se encuentra su rancho todo está evolucionando, él se encuentra invirtiendo para que más adelante pueda venderlo o proyectar otras cosas.
“Parte de lo que era el rancho, ya no me interesa; ahora me interesa mi patrimonio como tal y lo que se va a sacar en beneficios. Será cualquier proyecto de esa naturaleza que nos dé beneficios; es decir, para que todos los que estemos en él, ganemos”, dijo.
Finalmente, agradeció por la salud que tiene a sus 62 años, los cuales lo motivan a seguir adelante por él y su familia.
¿QUIÉN ES GUILLERMO CAPETILLO?
Guillermo Capetillo nació en Ciudad de México el 30 de abril de 1958. Es un actor, cantante y torero mexicano.
Él saltó a la fama con la telenovela “Los ricos también lloran” (1980), donde actuó como hijo de Verónica Castro. Más tarde ambos actores interpretaron la pareja estelar en la telenovela “Rosa salvaje”.
También interpretó a uno de los hijos de Lucía Méndez en la telenovela “Colorina”. Trabajó junto a Victoria Ruffo en “La Fiera”. Asimismo, participó con el álbum de Navidad: ”Esta Navidad”. Guillermo se dedicó a la música brevemente, y más a la tauromaquia.
CARRERA TAURINA
Su máximo logro en su carrera fue el rabo que corto a “Gallero” de la ganadería jalisciense de Cerro Viejo, el 30 de enero de 1994, en la Plaza de Toros México.
Ha sido un torero de altibajos, con un temple excepcional en su mano izquierda. Es de los llamados toreros de “pellizco”, ya que es difícil verlo redondear una faena, pero algún detalle de su actuación es la que será recordada, tampoco su fuerte es la espada, por lo que corta pocas orejas.
Es un personaje “favorito” para los reventadores, que a su primer titubeo se encargan de recordarle su carrera actoral. Se encontraba ya retirado, pero en el 2008 reinició su carrera taurina cuando no tenía más que 50 años . También cabe hacer mención que, a pesar de no ser un torero muy variado, la valentía y la cercanía al toro, no puede negarla ningún taurino.