Tras 24 años de casados, la infanta Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín decidieron separarse, una noticia que causó gran revuelo y es comentada en todo el mundo luego de que se filtraran fotografías del exjugador paseando de la mano con una mujer que no era su esposa.
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“De común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial. El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean”, se lee en el breve comunicado enviado por la pareja.
Debido al fin de la historia de amor entre la hija de mediana del rey emérito Juan Carlos con el exjugador de balonmano español, con el que tiene cuatro hijos, recordemos cómo fue su boda en 1997.
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EL MATRIMONIO REAL
Cristina de Borbón conoció a Iñaki Urdangarin en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Se dice que el amor fue a primera vista, por lo que comenzaron a salir a escondidas, siempre manteniendo un perfil bajo. Solamente bastaron unos meses para que la pareja anunciara su compromiso, algo que causó sorpresa, pues nadie sabía que iniciaron un romance.
Fue así como el 4 de octubre de 1997 llegaron al altar. La unión se realizó la Catedral de Santa Eulalia de Barcelona, ante más de 1.500 invitados, entre ellos representantes de cuarenta casas reales de todo el mundo y las principales autoridades del Estado, así como reconocidos rostros del deporte.
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Las calles de gala
Los edificios cerca de la catedral se vistieron de gala. En tanto, los militares se encargaron de repartir gran cantidad de claveles entre las personas que se acercaron para ver, aunque sea de lejos, el paso de los recién casados.
Se dice que la elección del lugar para contraer nupcias estuvo a cargo de Cristina, quien consideraba que había pasado los mejores momentos de su vida ahí, además porque era el lugar donde conoció al amor de su vida.
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Los novios
La infanta Cristina llegó lució un traje del diseñador español Lorenzo Caprile, confeccionado en seda valenciana y en color marfil; así como una diadema floral que sujetó su velo, el cual pertenecía a su madre, en tanto sus pendientes, que también se los regaló su progenitora, eran de la reina Victoria Eugenia.
El novio llegó temprano a la catedral de la mano de su madre y madrina, Claire Liebaert. Media hora después arribó en su futura esposa.
La ceremonia
El acto fue muy sencillo y solemne. A las 11:30 a.m., ambos ya se habían casado. Como regalo de bodas, el Rey Juan Carlos I regaló a los esposos el título de Duques de Palma.
Tras la ceremonia, Cristina depositó su ramo en la Basílica de la Merced, patrona de Barcelona. Al rey se pudo ver bastante emocionado.
La recepción
El banquete y recepción nupcial tuvo lugar en el Palacio de Pedralbes. Se supo que el menú consistió en una sorpresa de quinoa real con verduras y pasta fresca, y un lomo de lubina con sufflé de langostinos y emulsión de aceite virgen.
Mientras que para el postre, la elección fue un preludio de chocolate y crema inglesa.