La trinchera infinita: explicación del final de la película española

Dirigida por Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga, “La trinchera infinita” es una película española inspirada en Manuel Cortés, alcalde de la localidad malagueña de Mijas durante la Segunda República Española, quien vivió oculto treinta años con la ayuda de su esposa.

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La cinta protagonizada por Antonio de la Torre y Belén Cuesta se estrenó en 2019, pero llegó a Netflix en diciembre de 2020. Además de buenas críticas, la película consiguió 15 nominaciones a los Premios Goya y Cuesta ganó a Mejor Actriz.

Cuando la guerra civil española estalla, Higinio, un concejal republicano, se ve obligado a ocultarse en su casa por miedo a ser fusilado por los franquistas. Con cada día que pasa él y su esposa Rosa se sienten atrapados en una trinchera infinita.

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Debido a las instigaciones de uno de sus vecinos, Higinio le pide a su padre que construya una pared falta en su casa y al poco tiempo él se muda a ese lugar. Los años pasan y el aislamiento afecta el matrimonio de Rosa, quien insiste en tener un hijo a pesar del peligro que eso representa.

Unos meses después de quedar embarazada, Rosa se marcha y durante ese tiempo dos hombres utilizan la casa para sus encuentros sexuales. Una noche cansado de permanecer en silencio Higinio sale y habla con ellos, a cambio de guardar su secreto los hombres le llevan comida e información sobre el mundo exterior.

Rosa vuelve con un bebé, que para el resto es su sobrino, y aunque intenta formar una familia, el aislamiento no les permite ser felices. Los años continúan pasando e Higinio sigue encerrado, aunque ya parece adaptado a ese estilo de vida.

¿QUÉ PASÓ Y QUÉ SIGNIFICA EL FINAL DE “LA TRINCHERA INFINITA”?

Cuando Gonzalo, su antiguo vecino visita a Rosa y a su “sobrino” en repetidas ocasiones, Higinio se pone paranoico y hace otro agujero en su escondite. Pero no es el único paranoico, ya que una tarde, Gonzalo se escabulle en la casa y encuentra al fugitivo. Jaime llega justo a tiempo y lo acusa con la policía de entrar a robar.

Después de 33 años, se anuncia una amnistía oficial y a pesar de haber sido indultado legalmente por sus delitos políticos, Higinio se niega a salir de su escondite. Ya es libre, pero el miedo permanece en su cabeza y regresa a lo que cree su lugar seguro.

Rosa se da cuenta que su esposo no es capaz de salir, así que tras varios años a su lado, lo abandona. Esto obliga a Higinio a salir de su confinamiento y comprende que las cosas no eran como las había imaginado.

“La trinchera infinita” termina con Gonzalo viendo a Higinio a través de su ventana sin hacer nada, así el protagonista por fin se libera de sus miedos.

Aunque esta es la historia de Higinio no es la única persona que permaneció escondida por varios años, más tarde ellos recibieron el nombre de “topos”.

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