“Yo soy Betty, la fea” es una de las telenovelas colombianas más exitosas de todos los tiempos, por eso varios la recuerdan con mucha nostalgia a pesar de que pasaron más de 20 años desde que fue estrenada. Cómo olvidar a Beatriz Pinzón, una muchacha poco agraciada, pero muy inteligente que llega a trabajar a Ecomoda, donde se enamora perdidamente de Armando Mendoza.
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Si bien, al inicio él comienza un romance con la economista para no perder la empresa de modas, al final termina sintiendo amor por ella. Después de varias idas y venidas, ambos llegan al altar y unen sus vidas para siempre; algo que había sido esperado por toda la audiencia a lo largo de los capítulos.
Sin embargo, desde hace tiempo ha circulado en las redes sociales una información que ha generado varias interrogantes en los seguidores de esta serie. Y es que se asegura de que el matrimonio entre los protagonistas no habría sido una simple actuación.
¿FUE REAL LA BODA DE BETTY Y ARMANDO?
La duda sobre la boda entre Beatriz Pinzón y Armando Mendoza surgió cuando se supo que el sacerdote Alberto Linero, quien ofició la misa, era la única persona que no estaba actuando al momento que ambos se juraban amor eterno.
Años después de su paso por “Betty, la fea”, el cura dijo que jamás actuó. “Hice la homilía que haría en un matrimonio (…). Evité que existiera la simulación”. Según diversos medios, Linero sintió que estaba obligado a realizar la misa como si fuera real porque si no lo hacía hubiera caído en el delito de simulación, lo cual está penalizado por el Vaticano, publicó Vix.
Entonces ¿por qué ofició la misa un sacerdote real? La razón de su convocatoria fue porque en aquella época su rostro en Colombia era muy conocido por conducir algunos programas de televisión para difundir la fe. Así que se optó por él, pues se quería hacer lo más real posible este acontecimiento.
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¿QUÉ DIJO EL SACERDOTE QUE LOS ‘CASÓ’?
Pese a que en varias ocasiones fue consultado sobre el tema, él jamás aclaró si la unión fue real o no, aunque una vez se animó a contestarle a modo de broma a una usuaria en sus redes sociales. La pregunta surgió luego de que Linero dejó los hábitos.
“Hola P. Linero, como usted casó a Betty y Armando me gustaría saber si con su retiro aún es válida esta unión o no. Gracias, bendición”, escribió Sussie Rave en Twitter.
Alberto Linero le contestó: “Ese matrimonio es nulo. Hubo falsedad: ‘Ella no era fea’. Espero haber respondido tu pregunta”. Con esto queda claro que la ceremonia religiosa y el rito que vimos en la telenovela fue absolutamente real.
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LAS SORPRESAS EN LA BODA
Para la boda, don Armando le había pedido ayuda a su papá, pues planeaba dar una sorpresa a su futura esposa, diciéndole que deseaba la presencia de alguien muy especial en la iglesia. Después de ello, no se conoció más detalles.
El día del matrimonio llegó. Y como en toda la trama, Betty pasa por un ligero susto cuando el carro de su padre, en el que era trasladada a la iglesia, se descompuso, pese a este contratiempo, la novia se presenta para el deleite y emoción de todos los invitados, incluyendo al futuro esposo.
Una vez que el padre de Beatriz la entrega en el altar a su futuro esposo, éste antes de iniciar la ceremonia, le solicita al sacerdote darle una sorpresa a su pareja, pedido que es aceptado. En ese instante aparece Armando Manzanero junto a Olga Tañón, dejando sorprendidos a todos.
El cantautor mexicano se puso frente al piano cuando de pronto se empezaron a escuchar las primeras notas de su famoso tema “Somos novios”, de inmediato la voz de la cantante puertorriqueña. Las letras y melodías hacen que los invitados se emocionen más, e incluso Betty derrama algunas lágrimas.
La participación de ambos artistas no sólo engalanó este momento épico y tan esperado por la audiencia, sino también los llevó a emocionarse por el romanticismo que envolvió este momento.