Peculiar historia. Aunque 24 años después de su muerte nadie ha olvidado a Diana de Gales, quienes llegaron a conocerla recuerdan aún sus anécdotas y vivencias con la querida Lady Di. Es lo que hicieron hace un tiempo amigos y el personal cercano a la princesa para conmemorar su onomástico. Esta es la curiosa anécdota que protagonizó junto a su hijo Enrique de Sussex.
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El Daily Mail publicó un artículo en el que los amigos y el personal cercano a Diana de Gales recuerdan cómo era y sobre todo cómo se comportaba con sus hijos Guillermo de Cambridge y Enrique de Sussex. Asimismo, investiga cómo era la relación con los niños tras la separación de Carlos de Gales.
La noche de los bomberos
Nish Joshi, osteópata y experto holístico de Lady Di, recordaba una vez en la que el príncipe Enrique calificó a su madre de “chiflada”. “Una noche estábamos viendo ‘EastEanders’ en Kensington Palace”, recuerda Joshi. “Diana estaba sentada con una bata y relataba historias divertidas. Yo le recordé la vez que Enrique me contó que pensaba que su madre era una chiflada. ‘Cuéntale a Nish lo que ocurrió y y pregúntales lo que habría hecho’”, le dijo Diana a Enrique.
“Enrique me contó que una noche la alarma antincendio saltó y el personal empezó a evacuar el edificio. Enrique fue en busca de su madre y encontró a Diana en el baño maquillándose. ‘Vamos, mamá, nos vamos a quemar’, le dijo Enrique a su madre, a lo que ella contestó: ‘Dame un minuto’. El pequeño Enrique no podía entender que su madre arriesgara su vida por maquillarse, pero entonces Diana se explicó: ‘Hijo, en unos minutos voy a tener dos docenas de bomberos en el jardín frontal. No voy a salir en camisón y sin maquillaje”, recordó Joshi.
Otras anécdotas de Diana de Gales
Carolan Brown, entrenadora personal de Diana, recuerda una divertida anécdota de los pequeños que refleja muy bien la personalidad de la princesa y la de su esposo. “Un día, Guillermo y Enrique lanzaron una bomba apestosa en el pasillo después de que Diana los llevara a una tienda de bromas. Luego dejaron otra en la oficina de Carlos. Él se volvió absolutamente loco, pero Diana se echó a reír”.
Otro de las anécdotas sobre la vida de Diana y sus hijos la recuerda Ken Wharfe, guardaespaldas de la princesa. “Recuerdo la primera vez que me encontré con Diana en Sandringham. Lo primero que dijo fue: ‘Ken, no te envidio por tener que cuidar de mis dos hijos. Pueden ser una auténtica pesadilla’. Guillermo, que estaba tocando el piano, o intentaba hacerlo, se dio la vuelta y dijo ‘No soy ninguna pesadilla’, y Enrique , que estaba encima de una mesita, murmuró algo justo antes de caerse y tirar una jarrón con flores”.
Ambos salieron corriendo de la habitación y Diana dijo: “´Vengan los dos´. Y luego me miró y dijo: ´Ken, lo siento mucho, ¿Ves lo que quiero decir?´. Me habían dicho que me costaría mucho entender a los royals porque podían ser distantes y difíciles, pero con Diana fue todo lo contrario”.