La muerte del duque Felipe de Edimburgo el pasado viernes a los 99 años ha acelerado la cuenta atrás para que los príncipes Guillermo de Cambridge y Enrique de Sussex hagan las paces antes de reaparecer juntos en público. La duquesa Catalina de Cambridge espera poder ayudarles a que hagan las paces antes del funeral del sábado.
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Su reencuentro se producirá después más de un mes de la entrevista con la periodista Oprah Winfrey en la que el príncipe Enrique de Sussex afirmó que su hermano está “atrapado” por la realeza y que su relación con él está “en pausa”, por lo que la relación que existe entre ellos aún es bastante tensa.
La duquesa Catalina ha decidido mediar en el conflicto, según el portal de noticias The Telegraph. “Espera poder aliviar las tensiones”, cita la corresponsal de la realeza de dicho diario a una fuente cercana a la duquesa, de quien afirma que está “muy triste” por lo mala que es la relación entre su esposo y su cuñado Enrique.
A ese objetivo de limar asperezas podría favorecer el hecho de que el príncipe Enrique de Sussex, de 36 años, haya viajado a Reino Unido sin su esposa Meghan de Sussex, con quien Catalina de Cambridge tiene también una disputa después de que Meghan le revelara a Oprah la pelea que tuvo con ella en 2018.
Hasta ahora, se presume que los hijos de Diana de Gales no se han visto. El príncipe Guillermo de Cambridge, sin embargo, habría llamado telefónicamente a Enrique de Sussex a Frogmore Cottage, donde este se encuentra guardando un periodo de cuarentena antes de asistir al funeral de su abuelo.
Lo cierto es que el sábado servirá inevitablemente para calibrar el estado de su relación. “Los dos saben que el sábado no se trata de ellos sino de honrar la memoria de su abuelo y apoyar a su abuela”, dice al Telegraph una fuente de palacio. “Sería extremadamente sorprendente si no lo tienen claro”.