En la familia real británica, la última palabra siempre la tiene la reina Isabel II del Reino Unido y una nueva información deja en evidencia que eso también se dio antes de la boda real de Enrique y Meghan de Sussex. Seis meses después del enlace en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor en 2018, el periódico The Times contó detalles sobre el incidente, pero hoy se tiene un nuevo relato de los hechos que aumentó la tensión entre la monarca y su nieto.
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Andrew Morton es el biógrafo de Diana de Gales y el encargado de dar más datos sobre lo que pasó aquella vez. En su momento se supo que Meghan Markle insistió a Angela Kelly, encargada del guardarropa y joyero real, que quería probarse una determinada tiara para lucir en el día más importante de su vida.
Él recoge lo que “aparentemente” le dijo la reina Isabel II a Enrique: “(Meghan) se pondrá la tiara que yo le dé” y que existen varias versiones de lo que en verdad pasó, algunas “retractadas o rechazadas, variadas y a menudo contradictorias”.
El conflicto previa a la boda
Según detalla ‘Daily Mail’, Andrew Morton aseguró que fue el príncipe Harry y no Meghan quien se enfrentó a Angela Kelly y no a su abuela con respecto a la tiara.
Esta versión coincide con la que se explica en ‘Finding Freedom’, un libro en el que Omid Scobie y Carolyn Durand cuentan detalles sobre los duques de Sussex y su paso por la realeza británica.
Andrew Morton explicó que Enrique de Sussex tenía problemas de ansiedad previos a la boda y pidió que su futura esposa pueda tener la tiara que quería.
“Harry no aceptó (la tardanza), diciendo a todo el que tuviese cerca que ‘Meghan tendrá lo que ella quiera’. Una frase que no le hizo ningún bien (a Markle)”, señaló el biógrafo.
Agregó que la versión original del enfrentamiento que involucraba a Isabel II del Reino Unido con los nuevo esposos resultó perjudicial para la duquesa.
“Pese a que Harry fue el que más removió el asunto, fue Meghan la que sufrió las consecuencias”, dijo sobre la publicación de The Times filtrada desde Buckinghan.
En su boda real, Meghan de Sussex usó la tiara de María de Teck, abuela de la reina Isabel y esposa del rey Jorge V de Gran Bretaña e Irlanda. Según ‘Vanity fair’, la pieza se remonta a 1932, cuando fue fabricada a petición de la reina Mary para poder lucir el diamante que le había regalado la condesa de Lincoln por su boda con el duque de York.