No hay semana en la que no estén bajo los reflectores por una razón u otra, y la última es un tanto singular. Según el tabloide británico The Telegraph, Enrique de Sussex y Meghan de Sussex rechazaron que su hijo Archie usara el título de conde de Dumbarton por un motivo particular. Los duques de Sussex no quisieron que su primogénito llevara ese título a cuestas.
Y tomaron la decisión porque temían que el hecho que empiece por ‘dumb’, que significa tonto en inglés, provocara apodos o burlas contra su primogénito. Pese a que esa palabra se usa más en Estados Unidos que en Reino Unido, Enrique y Meghan decidieron no correr riesgos y rechazar el título. ¿Qué pasó?
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La decisión no habría sido más que una anécdota si no fuera porque el príncipe Enrique y Meghan dijeron durante su polémica entrevista con la presentadora Oprah Winfrey que el hecho de que su hijo no tuviera títulos nobiliarios ni tratamiento real había sido algo impuesto por la familia real británica.
“Eso no es decisión nuestra. Incluso aunque tengo muy claro todo lo malo y todo lo bueno que viene con los títulos es su derecho de nacimiento, sobre lo que después puede tomar una decisión”, dijo Meghan aquella vez. Aunque explicó que para ella los títulos nobiliarios otorgados no tenían gran importancia.
El título de conde de Dumbarton se creó en 1675 en Escocia para lord George Douglas por sus servicios en la guerra franco-holandesa. La reina Isabel II del Reino Unido le otorgó tal título al príncipe Enrique cuando se casó con Meghan en 2018. Por ello, Archie sería el heredero natural.