La Academia de Hollywood condenó este lunes la bofetada que Will Smith le propinó en vivo a Chris Rock durante la ceremonia de los Oscar del domingo y anunció que abrió una investigación formal en la que estudiará futuras “acciones” y “consecuencias”.
“La Academia condena las acciones del señor Smith en la gala de anoche. Comenzamos oficialmente una revisión formal del incidente y exploraremos más acciones y consecuencias de acuerdo con nuestros estatutos, normas de conducta y la ley de California”, dijo la organización en un comunicado.
En su escrito, la institución que entrega los Oscar incluyó una copia de su código de conducta, que, entre otros aspectos, restringe “el contacto físico no solicitado” y exige que sus miembros se traten con respeto.
La última actualización de esta normativa fue en 2017, en plena ola del movimiento #MeToo contra el acoso sexual.
En la fiesta posterior a la ceremonia, varios miembros de la Academia comentaron a título individual que ya habían iniciado conversaciones sobre la posibilidad de aplicar medidas disciplinarias contra Smith, pese a que en ese momento la única reacción de la institución había sido un tuit donde afirmaba que no apoyaba la violencia “en ninguna forma”.
Los castigos que podrían imponerse a Smith van desde la suspensión de la Academia, inmediata o temporal, a una reprimenda, o incluso la retirada del premio que ganó el domingo por su papel protagonista en “King Richard”.
En un intento de redimirse, el actor pidió disculpas en directo en su discurso de agradecimiento por el galardón.
“Quiero disculparme con la Academia y quiero disculparme con todos mis compañeros nominados: este es un momento hermoso y no estoy llorando por ganar un premio”, dijo ante la mirada atónita del público presente, que enmudeció durante su larga intervención.
Minutos antes, Rock había salido al escenario del teatro Dolby para presentar el Oscar al Mejor documental e hizo una broma acerca la cabeza rapada de Jada Pinkett-Smith, quien ha reconocido públicamente que sufre alopecia, al compararla con la Teniente O’Neil de la película de Ridley Scott.
Después de que Pinkett-Smith cerrara brevemente los ojos en un gesto de fastidio, su marido se levantó de su asiento y subió al escenario para propinarle una bofetada a Rock. “Mantén el nombre de mi esposa fuera de tu puta boca”, le gritó Smith ante el desconcierto generalizado.
Tras ese inesperado momento, que generó multitud de debates en la sala de prensa y las inmediaciones del teatro sobre si fue espontáneo o estaba preparado, el actor tuvo que subir a agradecer el Oscar y aprovechó para justificar una reacción que se confirmó auténtica.