La llegada de Enrique de Sussex al Reino Unido para el funeral de su abuelo Felipe de Edimburgo mantuvo en vilo a los seguidores de la realeza. Era la primera vez desde su renuncia a la corona, en marzo de 2020, que ponía los pies en territorio británico. La expectativa era grande, aún más luego de las graves acusaciones que hizo contra la corona en la entrevista con Oprah Winfrey junto a su esposa Meghan de Sussex.
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Para evitar cualquier tipo de tensión, Catalina de Cambridge tuvo que hacer de mediadora. La monarca Isabel II del Reino Unido además ordenó que los hermanos Guillermo de Cambridge y Enrique de Sussex estarían separados en el funeral de Felipe de Edimburgo. Es así como, en un inicio, se les vio distanciados, sin caminar juntos, lo que minimizó las posibilidades de momentos incómodos entre los príncipes.
El jueves el Palacio de Buckingham publicó una guía general del programa del funeral para el esposo de la reina Isabel II del Reino Unido, que falleció el viernes 9 de abril a los 99 años. La Casa Real Británica reveló que el primo de Guillermo y Harry, Peter Phillips (43 años), caminará entre los hermanos mientras escoltan el ataúd hacia St. Georges Chapel en el Castillo de Windsor, al oeste de Londres.
Peter Phillips, es el hijo de la princesa Ana del Reino Unido y su primer marido, Mark Phillips. Tiene dos hijas, Savannah e Isla. Se ha separado de su esposa, Autumn Kelly. Él fue el elegido para mantener distanciados a los hermanos. “No nos dejaremos llevar por esas percepciones de drama o nada por el estilo”, dijo un vocero del Palacio de Buckingham siguiendo las políticas de la institución británica.
Pese a que la Corona Británica hizo todo lo posible para restarle protagonismo a las tensiones entre los hijos de la princesa Diana de Gales, los ojos de más de uno estaban puestos sobre estos hermanos, esperando captar algún gesto de acercamiento entre ambos. Ni dentro de la capilla estuvieron cerca, Guillermo de Cambridge se sentó junto a su esposa, Catalina de Cambridge, y Enrique de Sussex solo.
Meghan de Sussex, que está embarazada de siete meses, no asistió al funeral por recomendación de sus médicos, aunque le envió un sentido mensaje desde California donde reside y siguió el funeral del duque de Edimburgo.