Sirine Malas, residente de Berlín, Alemania, sufrió una dolorosa pérdida en 2018: su madre, de 82 años, falleció debido a una insuficiencia renal. Este trágico suceso se produjo poco después de que la mujer diera a luz a su primera hija, Ischtar, sintiéndose desolada por no poder compartir ese momento tan especial con su progenitora. Separada de ella en 2015 cuando huyó de Siria, Sirine anhelaba que ambas personas se conocieran, una conexión que lamentablemente nunca pudo ocurrir.
“Ella fue una fuerza guía en mi vida”, confesó Sirine en conversación con el medio británico Sky News. “Ella me enseñó a amarme a mí misma”.
La ausencia de su madre la dejó con un dolor profundo, por lo que, cuatro años después, buscó una manera de conectarse con ella a través de la inteligencia artificial.
Fue así como Sirine optó por utilizar el “Proyecto Diciembre”, una herramienta de IA que simula a los fallecidos, para ayudarla en su proceso de duelo.
Este proyecto permite a los usuarios proporcionar información sobre el fallecido, como su edad y relación con ellos, y luego interactuar con un chatbot impulsado por IA para tener conversaciones simuladas.
A un costo de 10 dólares por hora, la aplicación ha llamado la atención de más de 3 mil usuarios, muchos de los cuales la utilizan para hablar con seres queridos que ya no están en este mundo.
“La mayoría de las personas que utilizan el Proyecto Diciembre para este propósito tienen su última conversación con este ser querido fallecido de forma simulada y luego siguen adelante”, detalló Sirine.
Sirine describió la experiencia como “espeluznante” pero sorprendentemente realista. Aunque algunas respuestas del chatbot le parecían auténticas, también era consciente de que en ciertos momentos podría estar respondiendo de manera genérica.
Una herramienta “muy útil”, pero que podría convertirse en algo peligroso
“Hubo momentos que sentí que eran muy reales. También hubo momentos en los que pensé que cualquiera podría haber respondido eso de esta manera”, confesó.
A pesar de esto, Sirine se considera una persona espiritual, sintió que esta aplicación le proporcionaba un medio para comunicarse con su madre.
“Mi mamá podría soltar algunas palabras para decirme que realmente soy yo o simplemente alguien que finge ser yo; podría darme cuenta. Y creo que hubo momentos como ese”, agregó.
Aunque Sirine encontró útil la aplicación para seguir adelante en su proceso de duelo, advirtió sobre el peligro de volverse dependiente de ella.
“Es muy útil y muy revolucionario. Tuve mucho cuidado de no dejarme atrapar por eso”, explicó. “Puedo ver que la gente se vuelve fácilmente adicta a su uso, se desilusiona y quiere creerlo hasta el punto de que puede salir mal”.
El fundador de la aplicación, Jason Rohrer, mencionó que, si bien algunos usuarios pueden utilizar la aplicación repetidamente, no ha observado que nadie se vuelva adicto.
Sin embargo, terapeutas como Billie Dunlevy expresaron preocupaciones sobre cómo esta herramienta podría afectar el proceso de duelo natural al crear una versión artificial de seres queridos perdidos.
“La mayor parte de la terapia de duelo consiste en aprender a aceptar la ausencia, aprender a reconocer la nueva realidad o la nueva normalidad... así que esto podría interrumpir eso”, comentó el especialista en conversación con el medio citado.
“Obtienes esta vulnerabilidad junto con este poder potencial para crear una especie de versión fantasma de un padre perdido, un niño perdido o amigos perdidos. Y eso podría ser realmente perjudicial para las personas que realmente superan el dolor y mejoran”, finalizó.