Redacción Mag

Florence Widdicombe es una niña de seis años de Londres (Inglaterra). La pequeña escribía tarjetas de Navidad que sus padres habían comprado cuando en una de ellas halló un mensaje que resultó ser la llamada de auxilio de unos presos en China denunciando que los obligaban a trabajar. La compañía que vende las tarjetas ha suspendido el convenio con la empresa china que las fabricaba.

Los padres de Florence habían comprado las postales en una cadena de supermercados. En ella figuraba un gatito con gorro de Papá Noel, pero al abrirla para escribir un mensaje, la niña halló un mensaje desesperado escrito en inglés, de acuerdo al diario británico Daily Mail. La historia es en .

”Somos prisioneros extranjeros en la prisión de Qingpu en Shanghai, China. Obligados a trabajar contra nuestra voluntad. Por favor, ayúdennos y notifíquenselo a una organización de derechos humanos. Usen este enlace para contactar con Peter Humphrey”, se lee en el texto escrito en la tarjeta navideña.

Ben, el padre de Florence no podía creer lo que leía y tras un momento de incredulidad pensando que era una broma, decidió contactar a Humphrey. Fue así cuando descubrió que se trataba de un activista que pasó nueve meses en la misma prisión que se menciona en la postal junto a su esposa a pesar de que nunca le dijeron el motivo de su detención. El activista sospecha que su trabajo no gustó al gobierno chino.

Según le explicó Humphrey al padre de Florence, los presos de dicha prisión (Qingpu) son obligados a empaquetar tarjetas que posteriormente se venden en los establecimiento de Londres con fines benéficos. El supermercado, de acuerdo a Daily Mail, ha suspendido relaciones comerciales con la fábrica china que confecciona las postales “de forma inmediata y permanente” tras descubrir como se empaquetan.

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