Redacción Mag

El lugar donde se exhibió el , fue vandalizado por un hombre. Roderick Webber, de 46 años, oriundo del estado de Massachusetts, , fue rápidamente llevado por la policía después de escribir con lápiz labial rojo: “(Sic) Epstien no se suicidó”.

El hombre de 46 años utilizó un lápiz labial de color rojo para escribir el mensaje en una pared de la galería donde previamente se había exhibido el plátano. La obra de arte, del artista italiano Maurizio Cattelan y titulada ‘Comediante’, se vendió a un coleccionista francés por 120.000 dólares. Pero más tarde fue derribado debido a “varios movimientos incontrolables de multitudes” y después de que otro artista se lo comiera.

El mensaje de Webber parecía aludir a las teorías de conspiración en torno a la muerte del multimillonario Jeffrey Epstein, quien se suicidó en su celda de la cárcel de Nueva York en agosto. Los curadores del Art Basel de Miami luego cubrieron el mensaje con un trozo de cartón blanco, según informó The Miami Herald.

"Si alguien puede comer el plátano de 120 mil dólares y no ser arrestado, ¿Por qué no puedo escribir en la pared? Esta es la galería donde cualquiera puede hacer arte, ¿verdad?”, gritó Webber cuando agentes de seguridad lo escoltaron fuera del centro de convenciones de Miami Beach.

ARTISTA HAMBRIENTO

“Comedian”, la instalación del artista italiano Maurizio Cattelan hecha con una banana pegada a la pared con cinta adhesiva que se vendió por 120.000 dólares en Art Basel Miami Beach, tuvo un final imprevisto pero hasta cierto punto esperable: otro artista se la comió.

El artista neoyorquino de “performance” David Datuna llegó el sábado al espacio de la galería parisina Perrotin y delante de un numeroso público que le grababa y fotografiaba con sus teléfonos , según puede verse en los vídeos que circulan por redes y medios.

Datuna anunció que se trataba de una “performance” de un “artista hambriento” antes de llevarse a la boca a “Comedian”.

Mientras se comía la fruta agradeció al artista italiano y a la galería por la fruta y preguntó si tenían más. Luego dijo su nombre y se fue.

El portavoz de Perrotin Gallery, Lucien Terras, le dijo después al diario The Miami Herald que Datuna no “destruyó” la obra de arte.

El “plátano es la idea”, mientras que la obra es el certificado de autenticidad que se proporciona al comprador, que puede reemplazar la banana por cualquier otra.

La banana que acabó en el estómago de Datuna no tenía nada de particular. Cattelan la compró en un supermercado de Miami, según la información sobre la obra que la galería dio antes de que alcanzara tanta notoriedad.

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