La vida de los animales callejeros es bastante difícil y tanto gatos como perros desafían el frío, hambre y son vulnerables a sufrir algún tipo de accidente. Cada vez más personas están tomando conciencia sobre la adopción de mascotas, un compromiso que puede salvar millones de vidas. Precisamente la historia de Auggie y Calliope ha conmovido a los usuarios de Instagram, por mostrar cómo el amor de una persona puede cambiar la realidad de dos gatos abandonados.
Era una fría noche de invierno cuando unos jóvenes que paseaban por las calles de Brooklyn en Nueva York (Estados Unidos) se encontraron con dos gatitos acurrucados en las afueras de un edificio. Conmovidos por la desoladora escena, los transeúntes decidieron pedir ayuda al centro ‘Infinite Hope Animal Rescue’, cuyos integrantes llegaron y los trasladaron a sus instalaciones. Una vez en el centro, los veterinarios se dieron cuenta que los felinos tenían rasgos diferentes.
“Fue después de que los atrapamos que nos dimos cuenta de que sus caras se veían diferentes. El veterinario que los examinó dijo que se trata de una anomalía cromosómica, una versión felina del síndrome de Down”, señaló Infinite Hope al medio ‘Love Meow’. Uno de los gatos presentaba una condición llamada entropión, la cual produce que el párpado ruede hacia adentro contra el ojo. Este felino color naranja era el más tímido de los dos y se aferraba constantemente a su hermana, por un poco de tranquilidad.
Tiempo después el gato fue sometido a una cirugía ocular, con el fin de detener el dolor en su vista y las infecciones. Para este momento, una mujer llamada Michelle Parson estaba navegando en una web de adopción cuando se encontró con las imágenes de los hermanos. Ella acaba de perder a su amado gato ‘Buttons’ de 10 años y no estaba segura de adoptar otro, pero cuando vio a los felinos, no pudo dejar de pensar en ellos.
Pasaron unas semanas cuando la mujer volvió a revisar la web y se sorprendió al ver que los gatitos seguían esperando un hogar. Curiosamente su hijo vio al gato naranja y lo llamó “Auggie” e inmediatamente, Michelle pensó en “Calliope” como el nombre para la hembra. “Pensé que, dado que los habíamos nombrado, tenía que intentar al menos conseguirlos”, comentó Michelle a ‘Love Meow’.
Fue así como la mujer empezó a investigar sobre la condición de “Auggie” y se dio cuenta que los gatos con ese desorden visual pueden tener una gran calidad de vida. “Quería darles un hogar amoroso, así que envié la solicitud. Fue la mejor elección que hemos hecho”, añadió Michelle, quien tras leer la historia de los hermanos y enterarse de la profunda conexión que tienen, terminó por decidirse.
Una semana después, los Parson recibieron a “Auggie” y “Calliope” en casa. Al comienzo eran bastante tímidos y se escondían bajo los muebles, pero al pasar los meses, se integraron perfectamente a la familia. “Puedo decir que Calliope probablemente le dijo a Auggie que se contuviera, y que primero verificaría todo. Ahora les encantan sus juguetes y vigilan el vecindario. Chirrían a los pájaros afuera y les encanta tomar una siesta al sol”, declaró Michelle, quien también tiene un perro llamado Dexter.
“Auggie” no es más el tímido y asustadizo gato que encontraron en las calles, junto a su hermana recorren toda la casa y adoran molestar a su hermano canino. “Los necesitábamos y estamos muy felices de haber sido elegidos para ser su hogar para siempre. No pasan un día sin abrazos y besos”, finalizó la afortunada mujer.
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