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El juicio de una mujer acusada de haber matado a una colega de trabajo, cortado su cuerpo en pedazos y tirado en un canal, se abrió este lunes en Francia.
Sophie Masala, de 55 años y madre de dos hijos, es juzgada por un tribunal de Toulouse (suroeste). La mujer, vestida de negro, se sentó el lunes en el banquillo de acusados, en el primer día de su juicio.
Con expresión seria en el rostro, escuchó el acta de acusación y a veces movía la cabeza en señal de desaprobación.
Masala admitió haber matado a Maryline Planche, de 52 años, pero insiste en que no fue intencional.
Planche fue asesinada en su apartamento del centro de Toulouse en mayo de 2016. Recibió un golpe en la cabeza con una botella. Unos días después, la acusada habría utilizado una sierra para cortar su cuerpo.
Los pedazos de su cuerpo fueron transportados hasta un canal, a unos 500 metros de distancia, en un carrito de supermercado y su cabeza en una mochila.
Pocos días después del asesinato, Masala fue detenida en su ciudad natal de Montpellier, a unos 250 kilómetros de distancia.
“Este es un juicio inusual.... Esperamos poder entender qué pasó”, dijo el abogado de la familia de Planche, Georges Catala.
Las dos mujeres habían trabajado en una asociación de personas discapacitadas, donde era bien conocida su aversión mutua.
El veredicto será entregado el viernes y Masala podría ser condenada a cadena perpetua.