Mariano es un hincha argentino que estuvo en Qatar acompañando a su selección durante la fase de grupos del Mundial de fútbol. Finalizada esta primera etapa del torneo, regresó a su país tal como lo había previsto; sin embargo, decidió dejarlo todo y volver al país árabe, alentado por los buenos resultados obtenidos por la Albiceleste.
“Vine 11 días durante la primera fase. Tomé la decisión de viajar en mayo, cuando caí que podía ser el último Mundial de Messi. Ahí me convencí de venir con mi mujer y mi viejo. Así que viajamos y vimos los tres partidos”, dijo el fanático a Todo Noticias, medio que dio a conocer su caso.
Luego del partido con Polonia, Mariano hizo sus maletas y viajó de regreso a Argentina, pero todo cambió tras el dramático partido contra Países Bajos en el que los ‘gauchos’ terminaron venciendo a los europeos por penales.
“No aguanté seguir en el país, lejos de esta experiencia, quizá de los últimos partidos de Messi o de ser campeón del mundo al lado de la Selección”, explicó el hombre, quien prefirió no revelar su rostro.
“Cuando volví a Buenos Aires la decisión era quedarme allá, ver los partidos de mis amigos, aprovechar para juntarme con ellos a comer algo. Pero la verdad es que durante cuartos de final se me hizo difícil, estaba en mi casa solo, no quería ver a nadie, no quería perderme lo que pasaba acá”, agregó.
“Con cuánto remordimiento me iba a quedar si no lo vivía en persona”
Si bien Mariano se encontraba ya de regreso en Argentina, sus ganas de alentar a su selección jamás abandonaron su mente. Por ello, se puso a buscar vuelos de regreso a Qatar. “Con cuánto remordimiento me iba a quedar si no lo vivía en persona”, aseguró.
Sin pensarlo mucho y sin avisarle a nadie, a excepción de su novia, tomó un avión al día siguiente con destino al país árabe. Recién le avisó a su familia cuando estaba por ingresar al estadio para el partido con Croacia.
“Metí la ropa que había traído de Doha y estaba secándose después de haberla lavado. A las 12 estaba en el aeropuerto. Los aéreos lo pagué alrededor de 2 millones de pesos (más de 11 mil 600 dólares). Ni quiero pensar en eso”, indicó el fanático, quien lo dejó todo, incluyendo compromisos laborales y personales, con tal de estar junto a la Albiceleste.
“Tengo tatuado que solo se vive una vez y yo quiero vivir esto. Amo el fútbol, amo a Messi y la verdad es que no podía dejar la oportunidad de estar acá”, concluyó.