Joe Davies, un británico que en el pasado trabajó en McDonald’s, compartió su sorprendente viaje hacia la riqueza, demostrando que no es necesario contar con un título universitario para alcanzar el éxito. El hombre, nacido en Birmingham, pasó varios años en empleos poco prometedores antes de convertirse en el CEO de una empresa multimillonaria. Buscando dejar atrás la industria de la comida rápida, tomó una decisión que cambiaría totalmente su situación: aceptó un puesto como aprendiz de TI (Tecnología de la información) por 100 libras (125 dólares) a la semana.
Este trabajo no solo le otorgó nuevas habilidades, sino que también le dio la inspiración necesaria para fundar su propio negocio.
Junto a Joe Taylor, su amigo de la infancia, fundó FATJOE.com, sitio web de optimización de motores de búsqueda (SEO), el cual se convirtió en un éxito rotundo.
En tan solo dos años, lograron ganar su primer millón de libras, y ahora, doce años después, su empresa está valorizada en más de 10 millones de libras.
“Obtuve buenas notas en la escuela, pero cuando entré en sexto grado, perdí el interés por completo”, dijo el hombre en conversación con el medio Daily Mail.
“No fui a la universidad como había planeado originalmente porque estaba harto de aprender y sólo quería ganar dinero”, confesó.
Tras no haber culminado sus estudios, Joe se puso a trabajar en el sector de la construcción y luego hizo lo propio preparando hamburguesas en McDonald’s.
“Lo odié porque sentía que no estaba haciendo nada importante. Quería crear algo pero mi motivación no era muy alta en estos trabajos”, explicó. “Tenía un deseo ardiente de empezar algo por mi cuenta y, al menos, marcar una diferencia un poco mayor”.
La clave del éxito: encontrar una solución para un problema lo suficientemente grande
Joe atribuye su éxito a su deseo ardiente de emprender algo propio y marcar una diferencia en el mundo. Inspirado por su padre empresario, Mick, decidió sumergirse en el mundo del comercio electrónico y el SEO, aprendiendo nuevas habilidades y persiguiendo su visión con determinación.
“Estaba realmente interesado en los negocios en Internet. El comercio electrónico estaba realmente en auge cuando dejé la escuela y pude sentir una oportunidad”, recordó. “En la empresa para la que trabajaba, me pidieron que creara un sitio web y aprendí SEO en el trabajo. Esta fue la primera vez que escuché esa palabra”.
Tras adquirir experiencia en una agencia de SEO, Joe y su amigo decidieron dar el salto y dedicarse por completo a su negocio. Desde entonces, han trabajado incansablemente, construyendo su empresa desde cero y ampliando su equipo a nivel mundial.
“Y el resto es historia”, señaló Joe. “Cuando éramos niños, soñábamos con ser ricos y famosos, con nuestra propia banda de rock”.
A pesar de su éxito, Joe insiste en que alcanzar la fortuna no fue tan difícil como parece: “Construir un imperio de 10 millones de libras no es difícil, sólo hay que identificar un problema lo suficientemente grande y descubrir cómo resolverlo”.
Ahora, con su empresa dando trabajo a 100 personas en todo el mundo, Joe comparte sus conocimientos y experiencia con otros aspirantes a empresarios.
Para Joe, los tres rasgos clave para el éxito empresarial son el impulso personal para mejorar, la curiosidad para probar nuevas ideas y, sobre todo, el deseo de ganar dinero.
Por otra parte, advirtió lo dañina que puede ser la procrastinación y enfatizó en la importancia de actuar y construir sin esperar el momento perfecto.
“No me gusta pensar demasiado en el futuro, porque incluso con grandes planes, pueden cambiar. Paso mucho tiempo viajando por el mundo, en el gimnasio y sigo tocando la guitarra”, concluyó. “Pero creo que mi sueño de agotar las entradas para las giras es algo que mantendré en secreto por ahora”.