Nueva York, Estados Unidos | “¿Puedo operar a mi gato en el seguro social?” “¿Me puede decir los pasos para cocer a un pollo vivo?” “Me gustaría denunciar a mi vecino por saludar a todo el mundo en el edificio”, son algunas de las insólitas preguntas al teléfono de ayuda a los neoyorquinos que acaba de cumplir 20 años.
Nacida en marzo de 2003, la línea NYC311 se creó para cambiar las relaciones de los neyorquinos con su ciudad, reemplazar “capas de burocracia” y facilitar “hacer una pregunta, presentar una queja o solicitar un servicio”, explica el alcalde, el demócrata Eric Adams.
Según un informe publicado para conmemorar sus 20 años de existencia, el servicio ha recibido más 525 millones de llamadas telefónicas y mensajes por las nuevas redes sociales, Las comunicaciones aumentan sensiblemente en caso de mal tiempo, huelgas de metro, crisis financieras o pandemia de covid-19, reflejando la preocupación de los ciudadanos.
El pico se alcanzó durante la gran tormenta de nieve de febrero de 2010, conocida como Snowmageddon, y que provocó más de 3,5 millones de llamadas de ciudadanos angustiados.
Otros picos se alcanzaron durante la huelga del metro de Nueva York en 2005, la gran recesión de 2008, el covid en 2020 o la vuelta a la normalidad en 2021.
Pero el informe también recoge las “llamadas para recordar”. Los operadores de la línea 311, directivos y ejecutivos han elegido una veintena, una por año, aunque algunas se repiten sobre todo en vísperas de Navidad cuando los ciudadanos quieren saber “cuándo aterrizará Santa (Claus) en la ciudad”.
“Un gato está aterrorizando a alguien a través de una puerta de cristal”; “Quiero presentar una queja por el ruido de mi heladera”; “¿Puedo declarar a mi perro como dependiente en la declaración de la renta?”, ¿Cuánto tiempo suele durar un partido de béisbol? o “¿Pueden comprobar si mi novio está casado?”
Otra personas llamaron para denunciar que hay fantasmas en la ventana; o preguntar si en caso de divorcio, una pareja puede seguir viviendo en la misma casa en habitaciones separadas. También recurrieron al 311 para decir que un mapache está comiendo lasagna en el porche o incluso para preguntar si los perros ven en blanco y negro o en colores o si le pueden transferir con un ufólogo.
La ciudad ha cambiado en muchos aspectos en estas dos décadas del servicio, pero lo que es constante es el “duro trabajo y la dedicación de las personas detrás del NYC311 que proporcionan información de confianza”, concluye el alcalde.
(Con información de AFP)